Mohamed Morsi, el mártir egipcio de la libertad y de la democracia
Políticos árabes y musulmanes recuerdan el legado del primer, y único, presidente elegido democráticamente de Egipto.

EL CAIRO
El 17 de junio del año pasado egipcios y personas en todo el mundo lamentaban la muerte de Mohamed Morsi, el primer y único presidente elegido democráticamente en Egipto.
El presidente del país falleció en un tribunal de El Cairo el 17 de junio de 2019, después de haber sido depuesto en un golpe militar en 2013.
Morsi se enfrentaba a una serie de cargos que muchos grupos de derechos humanos y observadores independientes han afirmado que tuvieron motivaciones políticas.
El legado de Morsi fue inmortalizado en su último discurso antes de ser derrocado por el ejército el 3 de julio de 2013: “Si el precio por salvaguardar la legitimidad es mi sangre, entonces estoy dispuesto a sacrificar mi sangre por la causa de la seguridad y la legitimidad de esta patria”.
Miembro destacado de la Hermandad Musulmana de Egipto, Morsi salió victorioso en las primeras y únicas elecciones presidenciales libres del país en 2012.
Sin embargo, después de solo un año en el cargo, fue derrocado y encarcelado en un sangriento golpe militar dirigido por el entonces ministro de Defensa y el actual presidente Abdel Fattah al-Sisi.
Morsi nació en una familia sencilla el 8 de agosto de 1951, en la aldea de El Adwah, en la gobernación de Al-Sharqia, en el norte de Egipto.
Hijo de un granjero y una ama de casa, superó todos los obstáculos para alcanzar la excelencia académica y obtuvo un doctorado en ingeniería en 1982.
Se casó en 1978 y tuvo cinco hijos y tres nietos.
Mártir de la democracia
El ex presidente de Túnez, Moncef Marzouki, aseveró que “los poderes golpistas pagarán un alto precio, no solo políticamente, sino también por su reputación” y que “la historia no los perdonará por la forma en que trataron al difunto presidente Mohamed Morsi”.
Sus palabras se produjeron en un discurso grabado transmitido en un simposio organizado en Estambul por el diario Arabi 21.
Marzouki agregó: “Cualesquiera que sean nuestras afiliaciones políticas y nuestras diferencias con los islamistas, continuaremos considerando a Mohamed Morsi como un mártir de la democracia, y seguiremos celebrando su aniversario cada año, y recordaremos cada cosa de la forma brutal en que lo trataron”.
El exmandatario tunecino criticó lo que describió como la “postura vergonzosa de las democracias occidentales”, diciendo que se habían “hecho los de la vista gorda a todas las violaciones de los derechos humanos en Egipto”.
Símbolo de resistencia
Yasin Aktay, asesor del jefe del Partido de la Justicia y el Desarrollo de Turquía (AK), dijo que Morsi, “no será olvidado, ya que se ha convertido en un símbolo de resistencia como Omar Mukhtar [quien dirigió la lucha popular contra el colonialismo italiano en Libia] y seguirá siendo un importante símbolo nacional”.
Aktay afirma que “al mártir Morsi no se le permitió gobernar Egipto durante más de un año, y si su Gobierno hubiera continuado por un período más largo, Egipto habría sido testigo del desarrollo, las libertades y la dignidad humana”.
“La forma en que asesinaron a Morsi revela que todo el sistema mundial, por su silencio, cometió un crimen en su contra”.
Hakim al-Mutairi, jefe del Partido Ummah de Kuwait, escribió que el difunto presidente egipcio representa para los árabes lo que el ex primer ministro de Turquía, Adnan Menderes, representa para la nación turca.
Menderes, el primer primer ministro elegido democráticamente de Turquía, es recordado cada año desde su ejecución tras un golpe de Estado en 1960, un evento que marca una era oscura en la historia turca.
“Que Alá dé toda misericordia a los Menderes de los árabes, Mohamed Morsi”, dijo Al-Mutairi.
El escritor y activista saudí Turki al-Shalhoub tuiteó que toda la nación musulmana necesitaba urgentemente líderes como Morsi.
“La Umma (comunidad de creyentes) necesitaba líderes creíbles y decentes como Morsi, pero, por desgracia, los delincuentes lograron matarlo y deshacerse de él”.
“Escriban sobre Morsi, sus excelentes posiciones y su firmeza como también nosotros debemos escribir para descubrir a sus asesinos y traidores”.
Momentos finales
El 17 de junio de 2019, Morsi se derrumbó durante una audiencia judicial en el complejo carcelario Tora de El Cairo y su muerte fue confirmada poco después.
La familia de Morsi había informado a varias organizaciones locales e internacionales sobre el empeoramiento de su salud en cautiverio.
Muchas personas pidieron a los gobernantes de Egipto que proporcionaran la atención médica adecuada a Morsi, pero todas las solicitudes fueron ignoradas.
Incluso el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) describió su muerte como “un asesinato arbitrario sancionado por el estado”.
“Morsi fue retenido en condiciones que solo pueden describirse como brutales, particularmente durante su detención de cinco años en el complejo carcelario de Tora”, se lee en un comunicado de la Oficina del ACNUDH.
Amnistía Internacional denunció el proceso judicial como “una farsa basada en procedimientos nulos”.
A medida que se han conocido los detalles de los últimos momentos de Morsi, se reveló que se le permitió hablar durante siete minutos desde el interior de una caja de vidrio antes de que se aplazaran los procedimientos judiciales.
Se informa que concluyó sus comentarios con este versículo: “Mi país es querido incluso si me oprimía, y mi gente es honorable incluso si fueron injustos conmigo”.
Los partidarios de Morsi dicen que sus palabras continuarán persiguiendo al régimen egipcio y a aquellos que no permitieron que la democracia reine en el país, privando a su pueblo del derecho a elegir a sus líderes.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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