Manifestaciones en Colombia, una prueba de fuego para el presidente Iván Duque

Por: Susana Noguera Montoya

Colombia cumple este jueves ocho días de manifestaciones ciudadanas en contra del asesinato de líderes sociales y de las reformas económicas propuestas por el gobierno del presidente Iván Duque, entre otros temas.

También buscan exigir el cumplimiento del Acuerdo de Paz que firmó el Estado colombiano con la guerrilla de las Farc y de las promesas hechas a los estudiantes en pasadas movilizaciones.

El presidente Iván Duque respondió a las manifestaciones diciendo que respetaría la libertad de expresión, pero que no toleraría la violencia ni los actos de vandalismo. Además, llamó a una “gran conversación nacional”, a la que invitó a empresarios, sindicatos, mandatarios locales y movimientos sociales.

Sin embargo, la estrategia no tuvo la convocatoria esperada. El Comité Nacional del Paro, integrado por voceros de las centrales sindicales, organizaciones estudiantiles, agrarias e indígenas, se apartó de la mesa de conversaciones y exigió una negociación directa e independiente con el presidente, así como mayores garantías para ejercer la protesta social.

La lista de peticiones que dio a conocer el Comité tiene 13 puntos que abarcan temas muy variados: desde la lucha contra la corrupción hasta las necesidades del sector agropecuario. Desde la protección de los páramos hasta el rechazo a la privatización de bienes estatales. Los estudiantes exigen más financiación para las universidades públicas, los movimientos de mujeres piden aborto libre y los líderes sociales, afro e indígenas demandan que se detenga la violencia en su contra.

Los manifestantes también rechazan la Ley de Crecimiento Económico, que en esencia es una reforma tributaria. De hecho, el documento hace parte de lo que los convocantes a la protesta llaman “el paquetazo de Duque”, el cual desató las manifestaciones y sigue estando en el centro de la discusión.

A la luz de la amplia y variada lista de peticiones, el presidente Iván Duque, que lleva 15 meses de gobierno, enfrenta una importante prueba para su presidencia. Deberá encontrar una estrategia de diálogo que sea aceptada por los manifestantes y calme las manifestaciones, pese a que las exigencias parecen estar lejos de las políticas de su gobierno.

Según Aida Quilcué, una de las líderes del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), hasta ahora el Gobierno ha respondido a sus peticiones con represión. “El Gobierno tiene que replantear el actuar de la fuerza pública en el marco de lo que dice la Constitución y las normas internacionales”, dijo en entrevista con la Agencia Anadolu.

La líder recuerda la muerte de Dilan Cruz, ocurrida el sábado 23 de noviembre. El estudiante, de 18 años, murió luego de que fuera impactado por un proyectil, lanzado por un agente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), el cual le causó una herida mortal en la cabeza. “Hoy están matando a la gente y yo creo que esa no puede ser una forma de actuar del Estado”, afirma Quilcué.

La muerte de Dilan Cruz avivó las protestas. El joven se convirtió en un símbolo del movimiento estudiantil y en un caso que evidencia el uso “excesivo e ilegítimo (de la fuerza) contra los manifestantes”, explicó José Cárdenas, secretario general del Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (Acrees) y miembro del Comité Nacional de Paro.

Aunque el presidente Duque dijo que “lamenta profundamente” la muerte de Cruz, el movimiento estudiantil sigue responsabilizando al Gobierno de los hechos y pide que se acabe con el Esmad, una exigencia que hace parte del pliego de peticiones del Comité Nacional del Paro. No obstante, Duque ha defendido el papel de ese escuadrón y ha dicho que no está dispuesto a desmontarlo.

Otro momento clave de los ocho días de manifestaciones fue la ruptura del diálogo entre el Gobierno y el Comité Nacional de Paro, el 26 de noviembre. Diógenes Orjuela, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los sindicatos más grandes del país, afirmó que le dejaron claro al presidente que quieren conversar los puntos del pliego de peticiones directamente con él, pero especificó que los mecanismos de diálogo “no han quedado definidos”.

La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez dijo que si se quiere tener una conversación nacional “el ideal es tener espacios que sean incluyentes, no excluyentes”.

Después de ese encuentro, el presidente Iván Duque anunció algunas medidas, entre ellas retirar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) por tres días al año y dar incentivos a las empresas que contraten a jóvenes entre los 18 y 24 años, iniciativas que fueron añadidas a la polémica reforma fiscal.

Al respecto, Cárdenas considera que las medidas tomadas por Duque no responden a sus exigencias. “Las respuestas que han dado son ambiguas y no aluden a los problemas que hemos planteado”, le dijo a la Agencia Anadolu.

Diógenes Orjuela también criticó fuertemente las propuestas. “En ninguna parte sobre las formulaciones que se hicieron sobre las motivaciones de este paro existió jamás que le estuviéramos pidiendo al Gobierno rebajas de IVA”, dijo el líder sindical. “Es un engaño terrible el que está planteando el Gobierno”, añadió.

No todos los sectores se han unido al paro. Este jueves el gremio de los transportadores anunció que no participaría de las marchas ni de los ceses de actividades. “Este gobierno ha sido muy receptivo frente a los temas que agobian al transporte de pasajeros del país”, dijo José Yesid Rodríguez Hernández, presidente ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal (Aditt), quien añadió que es necesario que la situación en el país se normalice.

El Comité Nacional de Paró convocó a un nuevo cese de actividades el próximo 4 de diciembre y dio a conocer una agenda de movilizaciones sociales hasta el 10 de diciembre.