Lo que debe saber de las elecciones al Parlamento Europeo

Desde este jueves y hasta el domingo, cerca de 400 millones de ciudadanos europeos acudirán a las urnas para escoger los nuevos miembros del Parlamento Europeo, siendo este el único órgano de la Unión Europea que escoge a sus miembros por voto popular.

El complicado proceso con el brexit, sumado al auge en los partidos de extrema derecha en el continente hacen que estas elecciones adquieran una gran importancia, además de generar ciertas dudas sobre el proceso y el futuro de la repartición de los escaños después de que Reino Unido finalmente se separe de la Unión Europea.

En las elecciones competirán ocho alianzas. La que resulte ganadora será la encargada de nombrar al próximo presidente de la Comisión Europea que reemplazará a Jean-Claude Juncker.

A cada estado miembro se le asigna un número determinado de escaños para conformar un total de 751 puestos en el Parlamento. Este número se determina con base la población de cada país, siendo los que tienen más escaños Alemania (96), Francia (74), Reino Unido (73), Italia (73), y España (54).

Los ocho grupos que participan

Aunque las campañas electorales se desarrollan en territorio nacional y con candidatos adscritos a ciertos partidos también nacionales, después de ser elegidos pasarán a integrar uno de los ocho grupos que compiten en las elecciones según su afiliación política.

Cada grupo nomina a un candidato líder que los representará en el PE y, por consiguiente, éste lideraría la Comisión Europea como parte del proceso spitzenkandidaten (cabezas de lista).

El holandés Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea desde noviembre de 2014, es el candidato principal de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D).

Timmermans se desempeñó como ministro de la UE para su país entre 2007 y 2010 y, en vista de que las encuestas favorecen al S&D para estos comicios, es muy probable que el holandés se convierta en el sucesor de Juncker.

Manfred Weber, de Alemania, conocido por su estricta política de inmigración y su oposición a la adhesión de Turquía a la UE, es el candidato principal del Partido Popular Europeo (EPP).

La Alianza de Conservadores y Reformistas en Europa (GCRE) nominó al checo Jan Zahradil, quien apoya la idea de una UE más “elástica”.

La Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE) nominó a siete candidatos en lugar de un solo líder, pero se cree que Guy Verhofstadt tiene un paso adelante de los demás nominados, fue primer ministro de Bélgica desde 1999 hasta 2008.

La alemana Ska Keller y el holandés Bas Eickhout fueron nominados como candidatos por el Partido Verde Europeo (EGP).

Otros grupos son el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica, el Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, el Grupo Europa de la Libertad y la Democracia Directa y la Europa de las Naciones y la Libertad.

Cuatro días para 400 millones

Los elegidos para hacer parte del Parlamento Europeo estarán encargados de representar a los cerca de 510 millones de ciudadanos de los estados miembros que componen la Unión Europea, sin embargo, a las urnas sólo podrán acudir cerca de 375 millones de votantes que están habilitados; cada país tiene un día determinado para votar en el transcurso de estos cuatro días.

Algo que ha llamado la atención es que, comparando los índices de participación de las primeras elecciones celebradas en 1979 donde se registró un 62% de participación, ésta ha caído progresivamente hasta llegar a un 42% en los comicios de 2014; se teme que la tendencia continue.

Algunas de las razones que podrían explicar la baja participación en las elecciones es el bajo nivel de información sobre los asuntos de la política europea, además de confusión con respecto a los partidos y quiénes corresponden a las ocho alianzas.

Este jueves, el turno para votar es de Reino Unido y Holanda.

El 24 de mayo será el turno de Irlanda.

El viernes 25 podrán votar los ciudadanos de Malta, Letonia y Eslovaquia.

El domingo 26, los restantes 22 países miembros llevarán a cabo sus votaciones.

El papel de Reino Unido en las elecciones y después del brexit

Este jueves, los ciudadanos británicos participarán en las elecciones parlamentarias. Estas no se habrían vuelto a celebrar en Reino Unido si los parlamentarios hubieran aprobado antes el acuerdo de retiro del bloque.

Por medio de las votaciones, los ciudadanos llevarán a 73 miembros nuevos al Parlamento Europeo en Bruselas.

Pero estos eurodiputados no permanecerán allí mucho tiempo. Al menos si el brexit finalmente sucede.

La Unión Europea le otorgó a la primera ministra, Theresa May, otra extensión para la fecha límite del divorcio del bloque, hasta el 31 de octubre, después de haber dado una primera extensión que venció el 12 de abril.

Reino Unido esperaba en un principio abandonar la UE el 29 de marzo, pero el acuerdo de retiro has sido rechazado tres veces en la Cámara de los Comunes.

Si el divorcio europeo ocurre para el 31 de octubre, o antes, los miembros británicos perderán sus escaños al no formar parte del bloque y también se otorgarán más escaños a ciertos países: Francia, España, Irlanda, Italia, Estonia, Suecia, Finlandia, Eslovaquia, Rumania, Polonia, Dinamarca, Croacia y Austria.

Después de este proceso, ya no serán 751 eurodiputados sino 705.

Los comicios se dieron un día después de que la primera ministra, Theresa May, recibiera varios llamados solicitando su renuncia tras haber presentado una nueva propuesta de acuerdo del brexit.

El auge de la extrema derecha en Europa

Los partidos de extrema derecha han aumentado en toda Europa en los últimos años, incluso formando gobiernos en Italia, Polonia, Hungría y Austria, mientras que han logrado ganar impulso en muchos países de la UE, entre ellos Francia, Alemania, Países Bajos, España, Noruega, Finlandia, Estonia, República Checa, Dinamarca y Eslovenia.

Las ideologías de estos grupos comenzaron a ganar fuerza en toda la UE después de la crisis financiera de 2008 y ganaron impulso por los múltiples ataques terroristas, así como por una crisis migratoria en la que millones de personas se dirigieron hacia el bloque desde África, Oriente Medio y el sur de Asia.

En general, adoptando un discurso contra la inmigración y el islamismo y permaneciendo distantes de la UE, se espera que los partidos de extrema derecha pongan a prueba a los partidos tradicionales en los próximos comicios.

Las encuestas actualmente indican que los partidos de extrema derecha probablemente aumentarán sus votos, ganando al menos un tercio de los escaños.

Además, se estima que los grupos de centroderecha como el PPE y los socialdemócratas pueden incurrir en una caída de aproximadamente el 5%, y se espera que el EFDD y el ENF aumenten sus votos en un 6% y 5% respectivamente.

Entre tanto, las encuestas en Reino Unido evidencian que se espera que el Partido del Brexit, liderado por el político de extrema derecha Nigel Farage, supere al Partido Conservador y el principal partido de oposición, el Partido Laborista.

¿El proyecto de la UE está bajo amenaza?

Aunque tradicionalmente los partidos de extrema derecha se han mantenido al margen de la política en la UE, se ha visto una presencia que aumenta progresivamente después de que los votantes presenciaron el complicado proceso de divorcio de Reino Unido del bloque, cambiando su discurso y proponiendo cambiar la UE desde su interior.

Desde entonces, los partidos de extrema derecha han encontrado un terreno común basado en la islamofobia y los sentimientos antimigratorios, mientras promueven un interés nacionalista en la Unión.

Si los partidos populistas de extrema derecha logran obtener una mayoría en el PE, podrían llegar a tener un impacto importante en los mecanismos de toma de decisiones de su parlamento.

De acuerdo con el politólogo de la Universidad de Salzburgo Farid Hafez, en un artículo escrito para la Agencia Anadolu, estas elecciones, no serán un “terremoto”, tal y como lo predijo el ex asesor de la Casa Blanca, Steve Bannon, pero si serán un paso serio hacia más poder, recursos humanos y financieros, profesionalización, y por último, una normalización de la extrema derecha en todo Europa.

*Daniela Mendoza contribuyó en la redacción de esta nota.