Política

Las dificultades y retos a los que se enfrenta el nuevo primer ministro de Japón

“El apoyo popular será débil, ya que no mostrará una diferencia profunda en comparación con Abe. Tiene 71 años y su comunicación es débil, no durará mucho”, dice el profesor de relaciones internacionales James Brown.

Ahmet Furkan Mercan  | 18.09.2020 - Actualızacıón : 19.09.2020
Las dificultades y retos a los que se enfrenta el nuevo primer ministro de Japón TOKIO, JAPÓN - SEPTIEMBRE 16: Yoshihide Suga durante una conferencia de prensa tras su confirmación como Primer Ministro en Tokio, Japón el 16 de septiembre, 2020. Suga asumió el liderazgo del gobernante Partido Liberal Demócrata después de la renuncia del antiguo primer ministro, Shinzo Abe, a finales del mes pasado por razones de salud. (Carl Court - Agencia Anadolu).

Tokyo

El recién elegido primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, se enfrenta a diversas dificultades y retos tanto en la política interna como en la externa que podrían obligarle a declarar unas elecciones anticipadas.

El Parlamento de Japón eligió a Suga como nuevo primer ministro del país el miércoles, luego de obtener 314 votos a favor de los 465 que estaban en juego.

Suga, un cercano confidente del saliente primer ministro japonés Shinzo Abe, fue elegido el lunes para dirigir el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).

De esta forma, el líder japonés, de 71 años, será el primer ministro de mayor edad en asumir el cargo desde Kiichi Miyazawa en 1991, y su mandato continuará hasta las elecciones generales de septiembre de 2021.

A corto plazo, el Gobierno de Suga intentará controlar la propagación del coronavirus y sanear la economía maltrecha por la pandemia.

El rescate de USD 2,2 billones aprobado durante el mandato de Abe no parece suficiente y Suga deberá buscar nuevos paquetes económicos y ayudas.

La nueva administración deberá encontrar una solución a la cada vez menor natalidad, así como mantener unas relaciones estables con los países vecinos.

La enmienda del artículo de no agresión en la Constitución pacífica de 1947 será otro de los proyectos con el que deberá seguir adelante.

La repatriación de los ciudadanos japoneses retenidos forzosamente por Corea del Norte durante las décadas de las 70 y 80, así como el estatuto de las islas al norte de Japón invadidas por Rusia en la Segunda Guerra Mundial siguen pendientes por resolver.

Las relaciones con China ante la posibilidad de un cambio de presidente en la Casa Blanca y la cancelación de la adquisición de dos sistemas de defensa antiaérea y misiles Aegis Ashore estadounidenses podrían forzar a Suga a buscar nuevos socios.

Suga mantuvo a ocho de los ministros del Gobierno de Abe, mientras que las demás carteras han sido ocupadas por políticos y funcionarios de gobiernos anteriores.

Se trata de un Ejecutivo formado por individuos de un promedio de 60 años de edad, todos cercanos a Abe, hecho que indica que dará continuidad a las políticas de este.

Komiya Hitosi, profesor de historia política en la Universidad de Aoyama Gakuin, dijo en declaraciones a la agencia de noticias nacional de Japón, Kyodo, que a pesar de haber recibido un amplio apoyo de su partido, Suga “no es incuestionable”. En este sentido, Komiya aseguró que ganar unas elecciones le otorgaría autoridad.

Por su parte, el profesor de ciencias políticas en la Universidad de Tokio, Uchiyama Yu, apunta a noviembre como la mejor fecha para unas elecciones generales anticipadas.

Suga condicionó ir a elecciones anticipadas al visto bueno sobre la situación de la pandemia por parte de los expertos y científicos.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, el director de investigación de la Fundación de Investigaciones Políticas de Tokio (TKFD), Kato Sota, opina que Suga no será tan dominante como Abe.

“Suga no tiene experiencia en política exterior y se desconoce su efectividad en las relaciones internacionales. Es difícil imaginarse que Suga pueda entablar unas relaciones amistosas con líderes mundiales como las de Abe con (el presidente estadounidense Donald) Trump”, afirma Kato.

El director prevé que la prioridad en la agenda de Suga será restaurar la economía del país, herida de gravedad por el lastre de la pandemia.

Por su parte, el profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Temple de Japón, James Brown, señala que los programas económicos “Abenomics” serán recordados como reformas “reacias”.

Así mismo, Brown califica los mandatos de Abe como “oportunidades perdidas” tras haber sido incapaz de llegar a una solución sobre los japoneses retenidos en Corea del Norte y las islas ocupadas por Rusia.

Brown asegura que Japón necesita de un líder capaz de llevar a cabo reformas económicas valientes, pero que la dirección del partido gobernante se decantó por un candidato “seguro”.

“El apoyo popular será débil, ya que no mostrará una diferencia profunda en comparación con Abe. Tiene 71 años y su comunicación es débil, no durará mucho. Japón necesita un líder experimentado, energético y conocido internacionalmente”, dice Brown.

Suga “procurará la continuidad” después de Abe, según Brown.

Ver también: Yoshihide Suga es elegido como nuevo primer ministro de Japón

*Traducido por Daniel Gallego.

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