Gobierno de Venezuela suspende diálogos con la oposición
El presidente Nicolás Maduro decidió no enviar su delegación para los diálogos en vista del apoyo de la oposición a las medidas "ilegales" de Estados Unidos.

ANKARA
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó a su delegación no acudir a los diálogos que se tenían programados con la oposición del país en Barbados en vista de las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos y el apoyo que éstas han recibido de parte de la oposición.
“Luego de evaluar el escenario de agresión criminal del imperialismo en contra de nuestro país y al observar la indignante postura de la oposición venezolana, decidí no enviar la delegación venezolana a la mesa de diálogo en Barbados”, anunció Maduro en una declaración el miércoles por la noche.
Ambas partes habían acordado reunirse en Barbados para una serie de conversaciones de dos días que empezarían el jueves. La delegación de la oposición ya se encontraba en el país del Caribe para las negociaciones.
Maduro señaló la “brutal agresión perpetrada de manera continuada y artera por parte de la administración de Trump contra Venezuela, que incluye el bloqueo ilegal” de las actividades económicas, comerciales y financieras del país, argumentando así su decisión de último minuto.
“Al mismo tiempo los venezolanos hemos notado con profunda indignación que el jefe de la delegación de la oposición, Juan Guaidó, celebra, promueve y apoya estas acciones lesivas de la soberanía de nuestro país y de los derechos humanos más elementales de sus habitantes”, agregó el mandatario venezolano.
Venezuela se está preparando para revisar los mecanismos de este proceso para que continúe en una atmósfera “realmente efectiva y armónica” con los intereses de su pueblo, concluyó el comunicado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva este lunes para congelar todos los activos que pertenecen al gobierno venezolano como parte de un escalamiento significativo de las tensiones con Caracas.
Guaidó apoyó a Estados Unidos y dijo que las medidas no van contra los venezolanos, sino contra “un régimen que hace negocios e incrementa el hambre de los venezolanos”.
La nueva ronda de las conversaciones fue anunciada por un representante del líder opositor de Venezuela en Estados Unidos a finales de julio.
Impulsada por la oposición del ejército venezolano y los desafíos populares a su legitimidad, la delegación de Guaidó participó en las iniciativas de Oslo y Barbados para entablar conversaciones con el gobierno.
Aunque las conversaciones en Oslo de mayo no dieron frutos, las partes aún no han hecho una declaración clara sobre el contenido de las conversaciones de Barbados celebradas a principios de este mes.
Mientras Guaidó mantiene su dura retórica contra el gobierno a pesar de las “negociaciones de paz” en curso, Maduro y su delegación calificaron el proceso de diálogo como “exitoso”.
La administración Trump se ha centrado en la presión económica y diplomática contra Maduro, incluida la imposición de sanciones contra él, sus principales funcionarios y varios departamentos gubernamentales, ya que busca aumentar la presión sobre Caracas.
La economía de Venezuela ha estado en un declive luego de una recesión mundial en el precio del petróleo crudo, la principal exportación del país, además de un malestar político desde el 10 de enero que también afecta la estabilidad financiera del país.
Casi 5.000 personas salen de Venezuela todos los días debido a la “inestabilidad e incertidumbre” en medio de una crisis centrada en la presidencia y la economía, y tres millones de venezolanos ya han abandonado el país desde 2015, según la agencia de la ONU para los refugiados.
*Traducido por Daniela Mendoza.
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