Experto: Turquía y la UE deben dar ejemplo al mundo con la renovación del acuerdo de refugiados
Gerald Knaus, artífice del acuerdo migratorio entre Ankara y Bruselas, respondió a la Agencia Anadolu sobre el balance de lo establecido en 2016 y lo que le espera a las partes en el futuro.

ESTAMBUL
*Por: Zeliha Eliacik
Gerald Knaus, presidente fundador de la Iniciativa Europea de Estabilidad (ESI), especialista sobre inmigración y artífice del acuerdo migratorio de 2016 entre Turquía y la Unión Europea (UE), habló con la Agencia Anadolu sobre el balance tras cinco años del tratado y lo que el futuro le depara a las partes.
El acuerdo estableció una hoja de ruta para mejorar las condiciones de vida de los refugiados sirios en Turquía y establecer vías organizadas, seguras y legales para que lleguen a Europa.
¿Cómo evalúa los últimos cinco años del acuerdo UE-Turquía?
Gerald Knaus: Hemos tenido dos momentos en los últimos cinco años en los que el número de refugiados que cruzan en barcos desde Turquía a la UE ha disminuido rápidamente. Dos momentos que no podrían ser más diferentes en cuanto a cómo se lograron.
La UE y Turquía alcanzaron la Declaración UE-Turquía el 18 de marzo, el número de personas que cruzaban de Turquía a la UE pasó de un millón en los 12 meses anteriores, a 26 mil en los 12 meses posteriores.
Esto se logró a través de la cooperación: el recaudo de fondos de la UE para ayudar a los refugiados en Turquía, la promesa del bloque de recibir refugiados y la afirmación de Turquía de que, a partir de una fecha límite, el 20 de marzo, estaría dispuesta a aceptar de vuelta a los migrantes que el sistema de asilo griego determinara, de acuerdo con el derecho internacional y de la UE.
Este acuerdo redujo drásticamente la llegada de irregulares y el número de muertes en el Egeo. En los 12 meses previos al acuerdo, más de 1.100 personas murieron y en los 12 meses posteriores, alrededor de 80. Este avance diplomático salvó vidas.
Ahora, el segundo momento de disminución ocurrió hace un año. En los 12 meses previos a marzo de 2020, alrededor de 62.000 migrantes llegaron a las islas griegas a través de Turquía. En los últimos 12 meses esta cifra fue de menos de 3.000. El problema es que la forma en la que se logró esto no fue la cooperación entre la UE y Turquía. No hubo devoluciones durante este período. La reducción se produjo solo a través de empujones violentos de vuelta a las aguas turcas e intimidación.
Lo que sucedió hace cinco años fue una “victoria” para Turquía, una “victoria” para la UE y una “victoria” para el sistema global de protección de refugiados, que la UE se comprometió a mantener en el acuerdo. Lo que tuvimos en los últimos 12 meses fue "pérdida-pérdida-pérdida": no más promesas de financiación adicional de la UE y una profunda crisis del Estado de derecho en el Egeo. En su lugar, somos testigos de expulsiones violentas y la destrucción del principio de no devolución que forma parte del núcleo de la Convención Europea de Derechos Humanos y la Convención sobre los Refugiados.
¿Cuál fue el mayor problema en la implementación del acuerdo?
Gerald Knaus: Una cosa que nunca funcionó como debería, las devoluciones de Grecia a Turquía. 143.000 personas llegaron a las islas hasta diciembre de 2019 y hasta entonces, 2.000 personas fueron devueltas a Turquía (44 por mes). Esto creó una crisis constante en las islas griegas, donde se mantuvo a las personas durante mucho tiempo bajo muy malas condiciones.
Esto debería y podría haberse abordado de conformidad con el derecho internacional. En los últimos 12 meses, los métodos utilizados para reducir las llegadas marcan un cambio brusco. Esto ha sido ampliamente informado por los medios internacionales, advertido por organizaciones globales y descrito por diversas ONG. La guardia costera turca estima que el año pasado se produjeron unas 9.000 expulsiones a la fuerza.
En este momento, no hay ninguna promesa de más dinero para los refugiados en Turquía para los próximos años, como la hubo en marzo de 2016. Todavía hay un número bajo de personas que serán asentadas (en Europa) desde Turquía. La situación actual también es mala para Grecia, con la mala situación que persiste en las islas.
Cualquiera como yo, que quiere que la UE se apegue a sus valores fundamentales, que respeta la Convención Europea de Derechos Humanos, que cree que no se deben expulsar los refugiados y se debe respetar la Convención sobre los Refugiados, debe preocuparse.
En muchas fronteras de la UE, en Hungría, Croacia y Grecia, se viola la legislación europea, la Convención sobre los Refugiados y la Convención Europea de Derechos Humanos. Mis colegas y yo hemos estado advirtiendo sobre esto durante los últimos cinco años.
Si las democracias temen perder el control y están decididas a parar a los migrantes, pueden hacerlo. Pero hacerlo de acuerdo con la Convención Europea de Derechos Humanos y la Convención sobre los Refugiados requiere esfuerzo y socios.
¿Debería renovarse el acuerdo? ¿Por qué?
Gerald Knaus: El acuerdo debería actualizarse para que funcione para todos. La mayor amenaza es que, si no conseguimos un acuerdo renovado pronto, aumentará el número de personas en la UE acostumbradas a la política actual de expulsiones.
La gente en Europa podría decir que lo que hizo Trump en la frontera entre México y Estados Unidos fue cruel, pero funcionó, ya que muy pocas personas cruzaron la frontera en 2020.
El presidente (Joe) Biden no ha cambiado el núcleo de la política de Trump hasta ahora; la gente sigue siendo expulsada a diario. Para que haya un cambio, EEUU necesita algo así como un acuerdo UE-Turquía, pero con México y Costa Rica; necesita reasentamiento y asilo y retornos rápidos.
Pero si tanto EEUU como la UE simplemente cierran fronteras, la Convención de los Refugiados y el principio de no devolución se ahogan en el Egeo y en el Río Grande. Debemos demostrar lo antes posible, a través de la cooperación, que hay otras formas de tener fronteras y controles humanitarios. Turquía y la UE pueden ser un ejemplo en este camino.
¿Cuál debería ser el alcance del acuerdo renovado? ¿Quiénes deberían participar en él?
Gerald Knaus: Para alcanzar un nuevo consenso realista, basado en intereses e impulsado por valores, la UE debe tener el coraje y la visión que tuvo hace cinco años. La UE debe recordar que Turquía todavía tiene una gran responsabilidad al tener el mayor número de refugiados del mundo.
Debe poner sobre la mesa otra suma importante de dinero para financiar la educación, la atención médica y el apoyo social para los refugiados en Turquía. Debe también, como prometió en 2016 y se implementó de manera modesta hasta ahora, retomar la idea de llevar más refugiados de Turquía a la UE de manera ordenada y legal.
Debe además entablar un diálogo más estrecho con Turquía y hacer que EEUU y otros países encuentren formas de abordar la catástrofe en curso en el noroeste de Siria, que ha causado el desplazamiento de millones de personas.
Esta debe ser una prioridad humanitaria del mundo civilizado. Mis colegas y yo publicamos en internet un borrador de propuesta sobre cómo podría renovarse el acuerdo UE-Turquía, después de muchos intercambios de ideas en Bruselas, Berlín, Atenas y Ankara.
Es un borrador de propuesta para ser debatido, porque al final lo que se necesita son políticos y Gobiernos lo suficientemente valientes como para poner sobre la mesa una propuesta similar. Si nadie tiene el coraje para ello, el statu quo continuará.
Sin embargo, si el acuerdo se renovase pronto en el marco de los principios mencionados, este debería ser una respuesta creíble a la mayor crisis de refugiados en el mundo en décadas. Alemania, Grecia y Turquía, que tienen preocupaciones relacionadas con la crisis, deben ayudar a alcanzar ese nuevo acuerdo. Alemania y Turquía son dos de los tres países que han acogido más refugiados en los últimos ocho años.
¿Cómo debería ser una asociación UE-Turquía?
Gerald Knaus: La UE debe destinar más dinero para los refugiados y las comunidades que los acogen en Turquía. Después de todo, su número aumenta cada año en unos 100.000, solamente a través de los nacimientos.
Y deben comprometerse a realizar algunas reubicaciones. Espero que se lleve a cabo una revisión del acuerdo UE-Turquía lo antes posible. Tenía la esperanza de que esto hubiera sucedido antes del quinto aniversario. Es comprensible que muchos políticos se centren en la pandemia, en temas sociales y económicos, pero la cuestión de los refugiados no desaparecerá. Es mejor abordarlo ahora y establecer un esquema para los próximos cinco años.
¿Qué impacto tiene el acuerdo en las relaciones Turquía-UE?
Gerald Knaus: Hay muchas tensiones en esta relación y poca confianza. La forma de superar esto no es solo palabras, sino acciones basadas en intereses, pero también en valores cuando sea posible, lo que llevaría a un avance paso a paso. En este contexto, uno de los puntos posibles ahora es un acuerdo renovado.
¿Cómo evalúa la política migratoria de la UE al considerar sus valores? ¿Se ajusta esta política a la Carta de los Derechos Fundamentales del bloque?
Gerald Knaus: Hay Gobiernos en la UE que dicen que el status quo está bien. No sienten la presión de cambiar nada. Hay otros Gobiernos que dicen no, la UE defiende el Estado de Derecho y debe defender la Convención sobre los Refugiados.
¿Quién le dará forma a la realidad al ganar este debate? En este momento, se viola la ley y la Carta de la UE en muchas de sus fronteras. Afortunadamente, todavía hay muchas personas en Europa que quieren cambiar eso, incluidos Grecia y Alemania, dos socios clave para un acuerdo renovado.
La política migratoria basada solo en la intimidación puede funcionar, pero no concuerda con la Carta de los Derechos Fundamentales, porque no respeta la dignidad del ser humano.
¿Cuáles son los posibles escenarios si se renueva o no el acuerdo?
Gerald Knaus: La crisis migratoria siria ha sido la más grave en el mundo en décadas. El número de refugiados registrados por Acnur aumentó de 10 a 20 millones entre 2010 y 2020, y un tercio de los refugiados se encuentra en Turquía. Esto también es un asunto de la UE.
Si no hay acuerdo, el status quo continuará y si las mayorías se acostumbren a esto, al creer erróneamente que esta es la única forma de mantener el control, nos quedaremos en un escenario pérdida-pérdida-pérdida.
La UE pierde al renunciar a sus valores. Si la UE renuncia a la Convención sobre los Refugiados, como han hecho muchos otros países, los solicitantes de asilo en todo el mundo pierden. Turquía pierde porque no tendría apoyo.
Espero que este escenario pueda ser evitado por el liderazgo (de la UE) pronto para poder decir que la Convención sobre los Refugiados se mantiene viva en su 70 aniversario.
*Zeliha Eliacik es investigadora de la Dirección de Estudios Europeos de la Fundación para la Investigación Política, Económica y Social (SETA), con sede en Turquía. Sus investigaciones se centran en el orientalismo, las minorías en las sociedades europeas e islámicas, la islamofobia y la política exterior alemana.
**Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.