Estos son los problemas económicos y políticos que le esperan al nuevo presidente de Irán
Este jueves, durante una ceremonia en la capital iraní, Teherán, el conservador Ebrahim Raisi asumió como jefe de Estado en reemplazo de Hassan Rouhani.

TEHERÁN, Irán
El nuevo presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi, comenzó oficialmente su mandato este jueves 5 de agosto, tras prestar juramento ante el parlamento del país.
Su llegada al poder es una victoria para los sectores conservadores, que han estado al margen del Gobierno durante los últimos ocho años.
A la ceremonia de juramento, realizada en Teherán, la capital iraní, asistieron 115 invitados extranjeros de 73 países, incluidos jefes de Estado, jefes de parlamentos y ministros.
El presidente de la Gran Asamblea Nacional de Turquía, Mustafa Sentop, junto con el vicepresidente del Partido AKP, Numan Kurtulmus, y su delegación, asistieron a la ceremonia.
Ver también: El clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi se juramenta como el nuevo presidente de Irán
En su discurso, Raisi señaló que la gente espera una lucha seria contra el cambio y la corrupción del Gobierno.
Raisi enfrentará problemas como resucitar el acuerdo nuclear con las potencias, levantar las sanciones, luchar contra la crisis económica, la lucha contra la pandemia de coronavirus (COVID-19), la sequía, cortes de luz y agua, disturbios internos, manifestaciones y violaciones de derechos humanos.
Además, cuestiones como la desescalada en el Golfo, la normalización de las relaciones con Arabia Saudita y la reducción de las actividades militares en Siria, Irak y Yemen son cuestiones de gran importancia para Raisi.
Por otro lado, el nuevo presidente iraní tendrá que satisfacer a los conservadores con sus políticas, que llevan 8 años culpando al Gobierno reformista de Hassan Rouhani y vinculando los problemas con el acuerdo nuclear y las políticas "concesionarias" de los reformistas.
Apoyar con acciones las propuestas de los conservadores radicales será una de las principales agendas del Gobierno de Raisi.
Por otro lado, los reformistas adoptan una postura más clara sobre la democracia, las libertades, los derechos humanos y los derechos individuales y se distancian del régimen. Ellos son un claro reto para Raisi, además de recuperar el rumbo económico perdido en el país.
Ver también: Ministro de Defensa de Israel asegura que Tel Aviv está listo para atacar a Irán
Grandes segmentos de la sociedad, que no se afilian a ningún partido político y apoyan a los candidatos para la mejora del rumbo económico, no pueden encontrar sus esperanzas en el Gobierno conservador, siendo este uno de los principales problemas que aguardan al Gobierno de Raisi.
Por estas razones, el Gobierno de Raisi necesita recuperar la economía en el corto plazo y al menos ofrecer acciones reales y concretas a los iraníes, para que salgan a flote.
Por ahora, no es del todo claro qué tipo de programa usará el presidente para arreglar la economía sin ningún avance en el acuerdo nuclear o sin que se levanten las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Para concluir, otra prueba difícil que le aguarda a Raisi es la lucha contra el coronavirus (COVID-19). Esto se debe a que el número total de vacunas administradas en el país, con una población de 83 millones, todavía se encuentra en el nivel de 14 millones.
El número de casos diarios del virus volvió a subir a niveles récord en Irán. El número de muertes diarias superó el límite de 400. Con la llegada de las condiciones de otoño e invierno, la lucha del Gobierno contra la epidemia se volverá aún más difícil.
Si bien las declaraciones de Raisi de que la economía mejorará, se combatirá la corrupción y de que se acabarán los altos precios de la renta son bien recibidas por la ciudadanía, no se sabe con qué medios lo hará.
*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.