Candidato presidencial brasileño genera nueva polémica por entrevista
Jair Bolsonaro, favorito en las encuestas si Lula no se presenta a la contienda electoral, afirmó en televisión pública que no hubo golpe militar en Brasil y que el país "no tiene una deuda histórica con las víctimas de la esclavitud".

BRASIL
El excapitán del Ejército, diputado y candidato a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal – PSL), siempre reacio a conceder entrevistas, accedió a contestar durante 80 minutos las preguntas de seis periodistas sobre diversos temas.
Bolsonaro habló en el tradicional programa de debates Roda Viva, en la cadena de televisión pública TV Cultura.
Se enfrentó a la primera prueba de fuego en la carrera electoral hacia los comicios generales de octubre. Nervioso y poco cómodo con los interrogantes, Bolsonaro llegó a afirmar que “no hubo golpe en 1964”, minimizó las torturas al afirmar que apenas hubo “tal vez algunas maldades”.
Reafirmó su admiración por el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, condenado por la justicia brasileña por ser uno de los principales responsables de tortura durante la dictadura, y cuyo libro "La verdad sofocada", es su texto de cabecera.
Bolsonaro también afirmó:
“Los que se decían torturados lo hacían para conseguir indemnizaciones, votos, piedad, poder. Sólo se oye un lado de la historia, el otro no. Si hubiéramos [los militares] perdido, hoy Brasil sería como Cuba”.
El candidato cuestionó que hubiera racismo en el país, cuya mayoría de población es negra y dijo que Brasil no tiene una deuda histórica con las víctimas de la esclavitud. Según Bolsonaro, los portugueses “jamás pisaron África” y “eran los propios negros quienes entregaban a los esclavos” para que fuesen traficados.
Admitió no tener conocimientos de Economía. Dijo que en su gobierno, quien se encargaría de esa área sería Paulo Guedes, coordinador de su campaña.
Preguntado sobre cómo haría para disminuir la mortalidad infantil, que volvió a aumentar desde la década de 1990, responsabilizó a las madres: “Muchas embarazadas no cuidan su salud bucal o no hacen los exámenes de su sistema urinario con frecuencia.
Ciertos problemas provienen de ello y la posibilidad de tener bebés prematuros aumenta”.
Si bien la entrevista tuvo gran audiencia en las redes sociales (con más de 60.000 trinos por hora), según los analistas no sirvió para aclarar cuáles son los planes del candidato para atajar los problemas que más preocupan a los brasileños, como el desempleo y la recesión.
Entre los ciudadanos que ganan hasta 10 salarios mínimos, el 34% votaría por Bolsonaro, pero entre los que ganan hasta 2 salarios mínimos, el porcentaje es del 13%, indica la última encuesta del Instituto Datafolha, realizada en junio.
Bolsonaro decidió hablar ante los medios por el reducido espacio que tendrá de publicidad oficial en televisión y radio, ya que no ha logrado hacer alianzas con grandes partidos. Ya la semana pasada, tanto el Partido de la República (PR) como el Partido Republicano Progresista (PRF) le cerraron las puertas a la oferta de escoger una fórmula vicepresidencial.
Sigue liderando las encuestas de opinión, con cerca del 30% de las intención de voto, en caso de que el expresidente Luis Inácio Lula da Silva, preso desde abril por corrupción, no pueda presentarse a los comicios.
Bolsonaro, de 63 años y diputado por 27, intentó esconder su lado más radical e incluso admitió algunas “exageraciones” en declaraciones del pasado, como cuando pidió en el Congreso el fusilamiento del expresidente Fernando Henrique Cardoso, atribuyendo la frase a la indignación con la corrupción.