El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el jueves dos órdenes ejecutivas destinadas a “deshacer el daño que hizo” su antecesor, Donald Trump.

Biden aseguró que las órdenes de Trump hicieron que la atención médica "fuera más inaccesible, más cara y difícil de calificar para las personas".

"No voy a iniciar ninguna ley nueva, ningún aspecto nuevo de la ley. Esto se remonta a la situación anterior, a las órdenes ejecutivas del presidente", manifestó el mandatario en la Casa Blanca.

Las órdenes buscan fortalecer Medicaid, el programa de seguros de salud del Gobierno de Estados Unidos, la ley de salud universal que entró en vigor mientras Biden era vicepresidente de la administración de Barack Obama, y deshacer los esfuerzos de Trump para restringir los fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero.

"Esta tarde, tomé medidas para restaurar y fortalecer el acceso de los estadounidenses a una atención médica asequible y de calidad. El problema es personal para mí y ahora más que nunca, estoy comprometido a garantizar que todos tengan acceso a la atención que necesitan", destacó Biden en un tuit.

Una de las órdenes permite a los estadounidenses acceder a un seguro médico a través de la web HealthCare.gov. Entre el 15 de febrero y el 15 de marzo los ciudadanos podrán adquirir su seguro, ya sea para los que lo perdieron durante la pandemia o los nuevos afiliados.

Si bien el virus ha matado a más de 431.000 personas en EEUU, quienes se han recuperado del virus corren el riesgo de sufrir consecuencias de salud a largo plazo, como cicatrices pulmonares y complicaciones cardíacas.

La orden de Biden también inició una revisión por parte de las agencias federales para garantizar que sus políticas no interfieran con el acceso de los estadounidenses a la atención médica.

El presidente emitió por separado un memorando a los jefes de los Departamentos de Estado, Defensa y Salud y Servicios Humanos, así como a la agencia de ayuda exterior de Estados Unidos, con el objetivo de hacer retroceder lo que se conoce como la "Política de la Ciudad de México" o “Norma Mordaza Global”, que había sido adoptada por los republicanos desde 1984.

La política evita que los fondos federales fluyan a las organizaciones de atención médica que brindan servicios de aborto o consultas.

"Estas condiciones excesivas sobre la asistencia extranjera y para el desarrollo socavan los esfuerzos de Estados Unidos para promover la igualdad de género a nivel mundial al restringir nuestra capacidad de apoyar la salud de las mujeres y los programas que previenen y responden a la violencia de género", destacó Biden.

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*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.