Argentina se prepara para las elecciones presidenciales
Este jueves terminó la campaña electoral de lo que se prevé será una elección muy polarizada entre el presidente Mauricio Macri y el peronista Alberto Fernández.

BUENOS AIRES
Por: Emiliano Limia
Este domingo 27 de octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Argentina con el antecedente cercano de las primarias que se realizaron en agosto en las que la fórmula del Frente de Todos (Alberto Fernández - Cristina Fernández) obtuvo el 49,49% de los votos positivos.
Por su parte, la coalición oficialista liderada por Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) logró el 32,93%, es decir, entre ambas fuerzas concentraron más del 80% de los votos, lo que anticipa una elección muy polarizada.
Cierre de campaña
“A partir de las elecciones primarias de agosto y la crisis económica inmediatamente posterior (devaluación del peso argentino del 30%), se profundizó la tendencia a la polarización entre las dos fuerzas políticas principales”, afirma el politólogo y especialista en procesos electorales Fernando Domínguez Sardou.
Tanto el oficialismo como el frente que encabeza Alberto Fernández, buscaron potenciar su desempeño y todo parece indicar que van a ser exitosos en ello.
De acuerdo con Domínguez Sardou, “mientras que el Frente de Todos supo capitalizar la amplitud de su coalición dentro del peronismo, Juntos por el Cambio hasta ahora no pudo capitalizar el hecho de ser el principal referente del anti-peronismo”.
Según el politólogo esto explica, no sólo el resultado de las primarias, sino también el desempeño en la campaña posterior: “mientras que Alberto Fernández desarrolló una campaña en la que interpeló al votante propio, buscando no perderlo, Mauricio Macri apeló a una lógica distinta a la que nos acostumbra: buscó movilizar al electorado, no sólo para reforzar sus chances de llegar a una segunda vuelta, sino también para poder sostener la viabilidad de sus candidatos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires y, por qué no, seguir siendo el principal líder de la oposición después del 27 de octubre”.
Debates presidenciales
Por primera vez en la historia electoral argentina se llevaron a cabo dos debates presidenciales obligatorios. Si bien establecieron un marco rígido en el cual los candidatos contaban con tiempo limitado para exponer sus propuestas, el debate permitió conocerlos y compararlos.
“Los debates presidenciales no generaron una modificación profunda ni en el electorado ni en la agenda de campaña, aunque sí dejan un saldo positivo en cuanto a que permitieron observar claramente las posiciones de campaña de cada sector”, opina Domínguez Sardou.
En otras palabras, las distintas opciones electorales tuvieron la posibilidad de presentarse de igual manera, y el formato permitió que los electores puedan comparar las distintas ofertas políticas.
El hecho de que todos los candidatos hayan cumplido con la ley representa un avance en materia de calidad democrática e institucional, en tanto que toda la sociedad argentina pudo comparar las distintas opciones que tiene para votar.
El rol de las terceras fuerzas
Independientemente de las críticas que tuvieron los distintos candidatos de estas fuerzas, “los debates sirvieron para fidelizar a los votantes propios: los de Roberto Lavagna pudieron ver el llamado a la reflexión; los de Juan José Gómez Centurión, una discusión valorativa; los de Nicolás Del Caño, una crítica general al modelo económico -por izquierda-; los de José Luis Espert, una crítica general al modelo económico -desde el liberalismo-”, señala el especialista.
En este sentido, todo pareciera indicar que las terceras fuerzas se convertirían en el principal obstáculo del macrismo para el logro de su objetivo: llegar a una segunda vuelta. Para ello necesitaría que Alberto Fernández no llegue al 45% de los votos y no perder por una diferencia mayor al 10%.
De cara al futuro, lo concreto es que el rol de las terceras fuerzas es incierto.
Los interrogantes de la elección
Dados los resultados de las elecciones primarias, si bien técnicamente hay posibilidades de que Macri logre pasar a una segunda vuelta, esto parece poco probable. La ausencia de encuestas creíbles dificulta también el análisis del escenario.
“Los interrogantes abiertos de la elección de este domingo giran en torno a la transición y al desempeño económico inmediato posterior. El aumento del dólar en el último tramo de la campaña, combinado con la inestabilidad del escenario regional (sobre todo en Bolivia y Chile) incrementa la incertidumbre”, advierte Domínguez Sardou.
A menos que suceda un imponderable, el domingo Alberto Fernández se convertiría en presidente y será de suma importancia su moderación para poder llevar adelante una transición pacífica.
Mientras tanto, Macri busca presionar a una segunda vuelta como escenario ideal aunque sabe que lo más probable sea una derrota, ante lo cual buscará mantener la unidad de la oposición y, en la medida de lo posible, refrendar su liderazgo.
Tampoco se sabe cómo se manejará el escenario económico y social con la certidumbre del resultado electoral, “recién el lunes podremos empezar a tener posibles respuestas a estas preguntas”, concluye Domínguez Sardou.
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