El Gobierno alemán está considerando imponer un toque de queda a nivel nacional para detener la propagación del coronavirus, informaron el viernes medios locales.

La jefa de gabinete de la canciller Angela Merkel, Helge Braun, dijo a Der Spiegel que el gobierno primero vería el comportamiento de la población este fin de semana para ver si se seguían las restricciones emitidas recientemente.

“El sábado es un día crucial. Tenemos nuestro ojo en ese día en particular”, dijo.

Merkel tiene previsto reunirse el domingo con los primeros ministros de 16 estados federales alemanes para revisar las medidas contra el coronavirus y discutir posibles medidas adicionales.

Alemania es el tercer país más afectado por la pandemia de coronavirus en Europa, después de Italia y España.

A partir del viernes, los casos confirmados de coronavirus en ese país aumentaron a más de 19.848 y el número de muertes llegó a 67, según las estadísticas publicadas por las autoridades sanitarias locales.

A principios de esta semana, el gobierno instó a los ciudadanos a limitar todos los compromisos sociales y decidió cerrar todos los negocios, tiendas, bares y locales deportivos no esenciales para contener la propagación del coronavirus.

Pero los informes de continuas fiestas y reuniones, los picnics en los parques de todo el país han llevado a reclamar un toque de queda en todo el país.

Los primeros ministros estatales de Baviera y Baden-Wuerttemberg han anunciado anteriormente que el toque de queda sería el único instrumento restante si no se siguieran las medidas actuales para detener el coronavirus.

La ciudad de Friburgo, en el suroeste de Alemania, ya anunció el jueves un toque de queda en toda la ciudad durante al menos dos semanas, convirtiéndose en la primera autoridad local importante en tomar una medida drástica para detener la propagación del virus.

La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. El COVID-19 se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China en diciembre pasado, y se ha extendido a cerca de 164 países y territorios.

La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el pasado miércoles 11 de marzo.

De más de 266.000 casos que han sido confirmados, 88.000 se han recuperado, mientras que las muertes superan las 11.000, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en EEUU.

A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufren sólo síntomas leves y se recuperan.

*María Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.