Los seguidores del exlíder de Libia, Muamar Gadafi, mantienen su intención de regresar al poder y contemplan postular a su hijo, Saif al Islam, como candidato a la presidencia en las próximas elecciones generales.

Los partidarios de Gadafi fueron excluidos del acuerdo de Sukhairat, firmado en Marruecos en 2015, pero Naciones Unidas los incluyó en los diálogos que comenzaron en 2020 en Túnez luego de la presión de Rusia.

A su vez, Rusia es el único país que apoya al Movimiento Saif al Islam Gadafi, la organización techo bajo la cual se agrupan los seguidores y defensores de Gadafi.

En 2018, el actual primer ministro interino de Libia, Abdul Hamid Dbeibeh, dijo no estar en contra de la posible candidatura de Saif al Islam a la presidencia del país. Muchos ven a Dbeibeh como cercano a Saif al Islam por sus lazos comerciales con este cuando era funcionario encargado de numerosas empresas estatales.

Dbeibeh también apoyó la revolución del 17 de febrero de 2011 que acabó derrocando a Gadafi y contribuyó en la financiación de las fuerzas de seguridad del Gobierno libio en su lucha contra las milicias del general golpista Jalifa Haftar.

A pesar de ser conocido como una persona pragmática y conciliadora, no es de extrañar que Dbeibeh haya obtenido el apoyo de los seguidores del antiguo régimen durante las últimas elecciones.

No obstante, la pena de muerte de un tribunal libio y la orden de extradición de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por presuntos crímenes contra la humanidad se presentan como impedimentos legales a la posible candidatura de Saif al Islam. En este sentido, sus seguidores esperan una amnistía general como parte de una reconciliación nacional.

La nueva administración de Estados Unidos parece no apoyar tampoco a Saif al Islam. El pasado 11 de febrero, el presidente Joe Biden informó al Congreso sobre su orden de extender las sanciones contra Saif al Islam, sus familiares e individuos relacionados con ellos. Esta postura de Estados Unidos supone un impedimento en el camino de Saif al Islam al poder, a pesar del apoyo de Rusia.

Saif al Islam sigue gozando del apoyo de numerosas tribus en Libia. La mayoría de las milicias que lo apoyan se ha unido a las filas de Jalifa Haftar, apoyado por Egipto.

Los promotores de la revolución del 17 de febrero de 2011 temen que Saif al Islam quiera vengarse de ellos en el caso de ascender al poder. Las posibilidades de que estos grupos lo apoyen o le permitan llegar al poder siguen siendo muy bajas.

El pasado 5 de febrero, los grupos políticos rivales de Libia acordaron formar un Gobierno de unidad interino después de cinco días de conversaciones en el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF), dirigido por la ONU en Suiza.

Mohammad Younes Menfi fue elegido para encabezar el Consejo de la Presidencia de un Gobierno interino y Abdul Hamid Dbeibeh como primer ministro. Mossa al Koni y Abdullah Hussein al Lafi también fueron elegidos para el Consejo de la Presidencia, compuesto por tres personas.

Asumir el puesto de comandante en jefe del Ejército de Libia, nombrar al jefe de la Agencia de Inteligencia y acreditar a los representantes de misiones extranjeras se encuentran entre las funciones de los recién elegidos miembros del Consejo de la Presidencia.

Según la hoja de ruta de la ONU, el Consejo de la Presidencia debe designar al jefe y a los miembros de la Comisión Nacional de Reconciliación, que trabajará en temas como "amnistía general y justicia durante el período de transición", con miras a establecer la paz social en el país.

Nombrar los ministros y finalizar el proceso de transición para celebrar elecciones en las fechas programadas son algunas de las funciones y responsabilidades del Gobierno de Unidad Nacional.

Dbeibeh debe formar su gabinete antes del 26 de febrero. Se espera que presente su lista y programa de Gobierno a la Cámara de Representantes con sede en Tobruk.

Todo el Gobierno debe recibir un voto de confianza del Parlamento hasta el 19 de marzo.

La hoja de ruta de la ONU prevé que, en caso de que la lista para el gabinete no gane el voto de confianza debido a las disputas parlamentarias, al final la formación del Gobierno se discutirá en el Foro de Diálogo Político Libio.

Las autoridades deben considerar todas las afiliaciones étnicas y regionales dentro del país en la asignación de los puestos ministeriales y al menos el 30% de los miembros del Gobierno o los viceministros deben ser mujeres, según la hoja de ruta de la ONU.

Ver también: Foro de diálogo libio aprobó el mecanismo para elegir el nuevo Gobierno.

*Traducido por Daniel Gallego.