Órgano Electoral boliviano recibe informe de la iniciativa ciudadana Observa Bolivia
El documento señala que la crisis política por la que atravesó el país es el reflejo de un proceso de debilitamiento institucional que afectó varios ámbitos del poder.

Colombia
La iniciativa ciudadana de observación electoral Observa Bolivia entregó este lunes al Órgano Electoral Plurinacional (OEP) boliviano el informe final de la veeduría realizada a las elecciones generales de octubre de 2020, en las que salió elegido el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) y exministro de Evo Morales, Luis Arce.
El documento señala que los comicios del 18 de octubre significaron “el retorno a la normalidad institucional en Bolivia, luego de un proceso político complejo, difícil e incierto, cargado de tensiones, que se fueron acentuando en un contexto de polarización y emergencia sanitaria frente a la pandemia”.
“La crisis política por la que atravesó el país en los últimos años refleja un proceso de debilitamiento institucional que no solo comprendió el sistema electoral, sino que también encuentra sus raíces en la erosión progresiva del sistema de justicia en su capacidad para tutelar los derechos ciudadanos y garantizar la separación e independencia de los poderes públicos, base fundamental para la vigencia del Estado de Derecho”, argumenta el informe en sus conclusiones.
Las organizaciones que realizaron la veeduría señalan que la “inaplicabilidad de los límites a la reelección presidencial, la habilitación de la candidatura del presidente en funciones (haciendo referencia a Evo Morales) a un cuarto mandato consecutivo”, así como la posterior anulación de las elecciones del 20 de octubre del 2019, la renuncia de Evo Morales, la sucesión de la opositora Jeanine Áñez como presidenta, su candidatura y declinación, la declaratoria de emergencia sanitaria frente a la pandemia del coronavirus COVID-19 y las sucesivas postergaciones de la jornada electoral, constituyeron hitos fundamentales para entender cómo llegó la democracia boliviana a ese día de votación”.
“Luego de las elecciones fallidas de 2019, la recomposición del Tribunal Supremo Electoral -mediante la designación de nuevos vocales conforme al procedimiento constitucional- fue clave para recuperar la credibilidad del proceso, pero no suficiente. Este contexto de polarización y pandemia motivó diversas situaciones en las que actores políticos, cívicos y sociales presionaron e interfirieron las labores del órgano electoral, afectando su independencia y autonomía”, recalca el texto de más de 100 páginas.
Finalmente, en el capítulo de conclusiones, el informe indica que la etapa preelectoral se caracterizó por la “alta conflictividad, con enfrentamientos y movilizaciones de protesta que tensionaron a todo el país” y que fueron “agravadas por ciertas acciones radicales y discursos de confrontación y estigmatización de algunos actores”.
El grupo de organizaciones civiles hizo recomendaciones en al menos 15 áreas, como violencia electoral, acoso y violencia política, derechos humanos, justicia electoral, administración electoral, entre otros.