Los habitantes del vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, utilizan trampas para moscas hechas con plástico amarillo. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Según los habitantes de la zona, generalmente las comida en las casas se daña por el olor de la basura y por el contacto con las moscas en en el vertedero de Doña Juana. Este relleno sanitario, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
María, habitante del Mochuelo Alto, muestra trampas para moscas en el vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, el 20 de junio de 2018. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores y recibe 6.300 toneladas de residuos al día. El vertedero de Dona Juana ocupa 596 hectáreas en el sur de Bogotá. Desde noviembre de 1988, los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto. Los niños y los ancianos son las principales víctimas tras el colapso de una bomba de tiempo hace 21 años. Los ciudadanos intentan sobrevivir en el trabajo del campo, cultivando al lado de la basura. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Leidy, de 25 años, habitante del Mochuelo Alto, muestra una trampa para moscas. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Los habitantes del vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, utilizan trampas para moscas hechas con plástico amarillo. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Los habitantes del vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, utilizan trampas para moscas hechas con plástico amarillo. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
En un corral de gallinas fue puesta una trampa de moscas, con plástico amarillo, cerca del vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, el 20 de junio de 2018. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
En una casa típica en Mochuelo Alto utilizan una trampa para moscas, con plástico amarillo, cerca del vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, el 20 de junio de 2018. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Dos caballos en una cerca con trampas para moscas en en el vertedero de Doña Juana en Bogotá, Colombia, el 20 de junio de 2018. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Un caballo come pasto junto una estructura de cemento que soporta una montaña llena de basura en el vertedero de Doña Juana, en Bogotá, Colombia, el 20 de junio de 2018. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
Vista del contraste entre el verde del campo y las montañas de basura en una de las fincas en la zona rural de Mochuelo Alto, el 20 de junio de 2018, en las afueras de Bogotá, la capital colombiana. El relleno sanitario de Doña Juana, ubicado en la zona rural del sur de Bogotá, está lleno de moscas, gases y malos olores, ya que recibe 6.300 toneladas de residuos al día. Desde noviembre de 1988 los desperdicios de Bogotá comenzaron a llegar a este punto, que tiene un área de 596 hectáreas. Las personas que viven en el sector intentan sobrevivir con el trabajo del campo, aunque deben cultivar al lado de la basura. Los niños y los ancianos son las principales víctimas. (Juancho Torres - Agencia Anadolu)
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