
El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.

El cazador de serpientes tunecino Beşir el-Becavi, de 44 años, trabaja para el Instituto Pasteur en Túnez, el 6 de agosto de 2020. El-Becavi, quien es la única persona en el país con una licencia para cazar serpientes, también las cría en su casa en la zona rural de la ciudad de Bin Arus, al sur de la capital.