
Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

NOTA DEL EDITOR: imagen compuesta en cámara con exposición múltiple) Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

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Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

Algunas personas plantan árboles con las cenizas de sus familiares fallecidos por COVID-19, en la reserva natural del Páramo de Guerrero en Cogua, centro de Colombia, el 6 de julio de 2021. Las cenizas de miles de víctimas del coronavirus reposan en un cerro de la Reserva Natural Páramo de Guerrero, a unos 70 kilómetros de Bogotá, donde se han plantado 3.000 árboles en su memoria, dando una nueva vida al bosque. Esta reserva natural, incrustada en el Páramo, sirve de recurso vital del embalse de Neusa, que abastece de agua a la sabana y norte de la capital colombiana. Miles de familias han encontrado desde el 2015 una alternativa para despedir a sus seres queridos mientras rehabilitan el ecosistema devastado por la explotación desenfrenada del suelo.

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