
Imagen general en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso, periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Durante la pandemia las personas de escasos recursos colocan un trapo rojo, en señal de ayuda por alimentos en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso, en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Un hombre es visto en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Varias personas son vistas en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

María Rojas, madre de tres hijos, desplazada por la violencia en Sincelejo, Sucre (Norte de Colombia) con su pareja construye una casa con material de reciclaje. en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Imagen general en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso, periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Una mujer es vista en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Niños en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Niños en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Niños en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Niños en el asentamiento improvisado en el barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Camilo 'el negro', de 20 años, desplazado por la violencia en Tuluá, Valle del Cauca (Sur de Colombia) posa para una foto en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Una persona desplazada que vivir en las calles con su pareja, por varios años de abuso de drogas, ahora está construyendo una nueva casa en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Una persona desplazada es vista en el asentamiento improvisado del barrio el Paraíso en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Milma Delvasto, solía ser una persona en condición de calle con su cónyuge, por muchos años había abusado del alcohol y las drogas, ahora está construyendo una nueva casa y espera rescatar a su hija que aún vive en las calles, en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso de Ciudad Bolívar de Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Cristian Cartagena, de 20 años, desplazado por la violencia en Urabá, trabaja en la construcción y sueña con ser ingeniero o arquitecto. No puede regresar a su lugar de origen por el fuerte conflicto en esa zona, en el improvisado asentamiento del barrio Paraíso, en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población que se encuentra actualmente en condiciones de desplazamiento por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Yulia Criollo al interior de su hogar en el asentamiento improvisado del barrio Paraíso, en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre, 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Yuri Andrea, madre soltera de 17 años, trabaja ayudando a su madre en el reciclaje, mientras cuida de su hija de 2 años en el asentamiento del barrio Paraíso, en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia el 08 de septiembre de 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población que se encuentra actualmente en condiciones de desplazamiento por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Angelina Lozano, una persona que proviene de otro asentamiento, intenta buscar un nuevo lugar para vivir porque las pandillas están en busca de su hijo ya que cayó en el abuso de drogas. Ella desea un mejor futuro en el barrio Paraíso, en el periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre de 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población que se encuentra actualmente en condiciones de desplazamiento por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.

Vista general del asentamiento en el barrio Paraíso Mirador, en la periferia de Ciudad Bolívar en Bogotá, Colombia, el 08 de septiembre de 2020. Bogotá y su periferia son el destino de gran parte de la población desplazada por cuenta de la violencia que aún se vive en parte del territorio colombiano. A este desplazamiento interno se le suma el fenómeno de la migración venezolana de los últimos años. Cada vez son más las personas que migran de sus lugares de origen para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, y que ven en la capital colombiana una alternativa para escapar de las amenazas y también para forjarse un nuevo porvenir.
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