El equipo de Defensa Civil siria (conocido como los Cascos Blancos) solicitó este lunes asistencia de la Organización Mundial de la Salud para combatir el avance del coronavirus (COVID-19) en el país devastado por la guerra civil desde 2011.

La petición se produce horas después de que el régimen sirio de Bashar al Assad reportara el primer caso del virus el domingo por la noche.

Los equipos de Defensa Civil lanzaron una movilización de higiene en el centro de la región de distención de Idlib, el lugar en donde se aloja una gran parte de la población civil, para luchar contra el COVID-19.

Un voluntario de la Defensa Civil, Firas Jalifa, afirmó que los Cascos Blancos realizaron sus trabajos de desinfección en escuelas, jardines de infancia, mezquitas, universidades y las calles más transitadas de Idlib.

Jalifa señaló que la próxima semana se harán trabajos de desinfección en la frontera entre Siria y Turquía en los campamentos de refugiados.

"No hay kits de detección para el virus. Hacemos un llamado a la Organización Mundial de la Salud para que nos ayude y apoye a los civiles en las áreas liberadas", concluyó el voluntario.

La situación en Idlib

Según los datos de la Agencia de Coordinación de respuesta siria, que trabaja con datos de migración en la región, desde enero de 2019 cerca de dos millones de civiles han sido desplazados de Idlib debido a los ataques del régimen de Al Assad y los ataques de Rusia a los asentamientos en la región de distención, ignorando los acuerdos de Astaná y el acuerdo de Sochi.

Miles de civiles sin hogar se han refugiado cerca de la frontera con Turquía en campamentos o a la intemperie, ya que es el único lugar en Siria donde pueden escapar de los ataques del régimen.

Según la información recopilada por la Defensa Civil Siria, aproximadamente dos mil civiles murieron debido a los ataques del régimen de Al Assad y Rusia en la región de distención de Idlib desde el 17 de septiembre de 2018.

Siria ha estado bajo una sangrienta guerra civil desde principios de 2011, cuando el régimen de Bashar al Assad tomó fuertes medidas contra las protestas en favor de la democracia con una ferocidad inesperada.

Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones más desplazadas, según información de la ONU.

La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. El COVID-19 se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China en diciembre pasado, y se ha extendido a cerca de 164 países y territorios.

La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el pasado miércoles 11 de marzo.

De más de 370 mil casos que han sido confirmados, más de 100 mil se han recuperado, mientras que las muertes superan las 15 mil, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en EEUU.

A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufren sólo síntomas leves y se recuperan.