El senador republicano Lindsey Graham, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, ha criticado la operación militar Fuente de Paz que lleva a cabo Turquía en el norte de Siria.

Por tal motivo, anunció que estaba trabajando, junto al senador demócrata Chris Van Hollen, en una ley que permitiría sancionar al país euroasiático.

"Si bien la Administración se niega a actuar contra Turquía, espero un fuerte apoyo bipartidista", aseguró Graham en un comunicado.

El marco de la legislación, anunciado por los senadores en la red social Twitter, incluye sanciones a los principales funcionarios de Turquía, incluidos el presidente, Recep Tayyip Erdogan; el vicepresidente, Fuat Oktay; el ministro de Defensa, Hulusi Akar y el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu. También serían incluídos los ministros de Hacienda y Finanzas, y el de Comercio, Energía y Recursos Naturales.

El proyecto de ley prohibiría la ventas de artefactos militares a Turquía y la asistencia militar de EEUU a las Fuerzas Armadas turcas. De igual manera, buscaría afectar el sector energético del país. También se le impondrían sanciones por la compra del sistema ruso de misiles antiaéreos S-400.

De aprobarse, todas las sanciones serían obligatorias a menos que la administración certifique al Congreso, cada 90 días, que Turquía no está operando unilateralmente en Siria y retire sus fuerzas armadas, incluidos los combatientes sirios que son apoyados por los turcos.

El Congreso está actualmente en receso, pero está programado para retomar sus funciones la próxima semana.

Trump anunció el domingo el retiro de las fuerzas estadounidenses antes del comienzo de la Operación Fuente de Paz, una medida que ha provocado una fuerte resistencia en el Capitolio.

Turquía lanzó la Operación Fuente de Paz al este del río Éufrates, en el norte de Siria, para asegurar sus fronteras eliminando terroristas, para así garantizar el retorno seguro de los refugiados sirios y la integridad territorial de ese país.

Además, asegura que el grupo terrorista PKK, y su rama Siria YPG/PYD, constituye la mayor amenaza para el futuro de Siria, pues pone en peligro la integridad territorial y la estructura unitaria del país. Además, el país euroasiático ha sido enfático al decir que es inaceptable apoyar otros grupos terroristas con el pretexto de que atacan a Daesh.

El PKK es una organización terrorista que por más de 30 años ha llevado a cabo una campaña contra Turquía. Es catalogado como una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, y ha sido responsable de la muerte de unas 40.000 personas.

Turquía comparte una frontera de 911 kilómetros con Siria y ha denunciado durante mucho tiempo la amenaza de los terroristas al occidente del Éufrates, por la formación de un "corredor terrorista".

El plan consiste en reasentar a dos millones de sirios en una «zona segura» que tiene 30 kilómetros de ancho y se ubicará en el norte de Siria, desde el río Éufrates hasta la frontera Iraquí, incluyendo a la ciudad de Manbij. Sin embargo, la presencia de grupos como el PKK, el PYD, el YPG pone en riesgo la existencia de esta zona que permitiría a los refugiados volver a su país.

Desde 2016, Turquía liberó de terroristas un área de 4.000 kilómetros cuadrados en Siria. Para poder crear esta «zona segura», llevó a cabo dos operaciones militares transfronterizas el nororiente de ese país.

Las operaciones Escudo del Éufrates y Rama de Olivo estuvieron en línea con el derecho de un Estado a la autodefensa, consagrado en la normativa internacional y en las resoluciones Nº1624 (2005), Nº2170 (2014) y Nº2178 (2014), y en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, sin afectar la integridad territorial de Siria.

Durante la operación Escudo del Éufrates, las fuerzas turcas neutralizaron a 3.060 miembros del grupo terrorista Daesh. Turquía ha sido víctima de los ataques de esa organización dentro de sus fronteras, en los cuales más de 300 personas han muerto en atentados suicidas y ataques armados en los últimos años.

*Traducido por José Ricardo Báez G.