Este domingo empezaron en Cataluña, España, las votaciones para determinar la nueva composición de la Generalitat.

Los temores de que no se presentaran suficientes personas a trabajar en los colegios electorales se disiparon, ya que los funcionarios informaron que más del 99% de los colegios electorales funcionaban a las 11:00 a.m. (hora local).

En el marco de la pandemia, los trabajadores electorales usan equipo de protección personal completo, casi idéntico al de los trabajadores de atención médica de primera línea.

Para reducir las multitudes, se abrieron más colegios electorales que nunca en lugares como el estadio Camp Nou de Barcelona y los mercados de alimentos tradicionales. La votación por correo también alcanzó niveles récord.

El Partido Socialista de España espera que su candidato regional, el exministro de Salud Salvador Illa, pueda asegurar el poder en la región que ha estado dominada por líderes separatistas durante cerca de una década.

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Las encuestas ubican a Illa en un mano a mano con otros dos partidos separatistas por el primer puesto. Como se espera que ningún partido obtenga la mayoría, es probable que los pactos políticos estén en orden después de la votación.

Esta semana, sin embargo, los partidos separatistas firmaron un acuerdo para no apoyar a un Gobierno liderado por socialistas, frustrando las posibilidades de que esta corriente política de poder forme una coalición de izquierda.

Cataluña ha sido uno de los campos de batalla políticos más agitados de Europa en los últimos años.

En 2017, el Gobierno regional celebró un referéndum ilegal de emancipación y, posteriormente, declaró su independencia de España, mientras que el Gobierno central del país tomó el control de la región, acusando a los líderes políticos de delitos como sedición y rebelión.