La Operación Fuente de Paz de las fuerzas turcas, diseñada para destruir el corredor de terrorismo del YPG/PKK en la frontera sur de Turquía y para traer paz y seguridad a la región, ha sido apoyada por la comunidad turca que vive en los Estados Unidos con dos campañas que pretenden enviar un mensaje a la Casa Blanca.

A través de las campañas "We The People (Nosotros, el pueblo)", y "¡Los turcos y los kurdos no son enemigos naturales! ¡Somos hermanos durante siglos!", se pretende pedirle a la Casa Blanca que apoye la operación de las fuerzas turcas en el norte de Siria.

Si la campaña alcanza las 100.000 firmas en un mes, la petición será enviada a la Casa Blanca.

En la petición, en la que se hace hincapié en que Turquía tiene más de 30 años en la lucha contra el terrorismo y en que el PKK es reconocido como una organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos y Turquía, se indica que "EEUU apoyaba a ese grupo pero bajo diferentes nombre, como el YPG y el SDG en Siria".

"Como turcos que vivimos en Estados Unidos, pedimos que la Casa Blanca deje de apoyar a grupos terroristas. Los turcos y kurdos no son enemigos naturales, somos hermanos durante siglos. Pedimos que EEUU deje su discurso de odio contra Turquía y contra el pueblo turco", señaló la campaña.

Por otra parte, el Comité Directivo Nacional Turco Americano (TASC) lanzó una campaña de envío de cartas a los miembros del Congreso a través de su sitio web, CQ Engage.

En las cartas enviadas a los congresistas la comunidad turca afirma que las Fuerzas Armadas Sirias ingresaron a Siria para crear una zona segura y liberar su frontera del terrorismo y se pidió que EEUU apoye la ofensiva turca en Siria.

La Operación Fuente de Paz

Turquía lanzó la Operación Fuente de Paz, al noroeste del río Éufrates, para asegurar sus fronteras frente a ataques de grupos terroristas presentes en el área y garantizar el retorno seguro de los refugiados y la integridad territorial de Siria.

El país euroasiático asegura que el grupo terrorista PKK y su rama siria, el YPG/PYD, constituyen la mayor amenaza para el futuro de Siria, pues ponen en peligro la integridad territorial y la estructura unitaria del país. Turquía ha sido enfática y ha señalado como inaceptable que países como Estados Unidos apoyen otros grupos terroristas argumentando que estos atacan a Daesh.

El PKK es una organización terrorista, catalogada así por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, que por más de 30 años ha llevado a cabo una campaña contra el gobierno turco y ha sido responsable de la muerte de unas 40.000 personas, incluidos mujeres y niños.

Turquía comparte una frontera de 911 kilómetros con Siria y ha denunciado durante mucho tiempo la amenaza de un "corredor terrorista" al oriente del río Éufrates.

El plan de esta operación militar consiste en reasentar a dos millones de sirios en una «zona segura» que tiene 30 kilómetros de ancho y se ubicará en la frontera entre Siria y Turquía, desde el Éufrates hasta la frontera iraquí, incluyendo a la ciudad de Manbij, ubicada a 30 kilómetros al occidente de dicho río.

Sin embargo, la presencia en esta franja de grupos terroristas como el PKK y el YPG/PYD pone en riesgo la existencia de esta zona que permitiría a los refugiados sirios volver a su país.

Desde 2016, Turquía llevó a cabo dos operaciones militares, Escudo del Éufrates y Rama de Olivo, que liberaron de terroristas un área de 4.000 kilómetros cuadrados al norte de Siria.

Ambas operaciones se realizaron de acuerdo con las normas del derecho internacional, en específico el derecho de un Estado a la autodefensa consagrado en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU 1624 (2005), 2170 (2014) y 2178 (2014) y en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

Durante la Operación Escudo del Éufrates las fuerzas turcas neutralizaron a 3.060 miembros del grupo terrorista Daesh. Varias ciudades turcas han sido víctimas de los atentados suicidas y ataques armados de esa organización que han dejado más de 300 muertos en los últimos años.

*Traducido por Camilo Hernández