ESTAMBUL

Un tribunal israelí emitió una decisión de confiscar un terreno sobre el que se encuentran edificados tres casas al sur de la Jerusalén ocupada con el pretexto de que se encuentra dentro del asentamiento judío Gilo.

En declaraciones a la agencia de noticias palestina Wafa, el propietario del terreno, Sami Samih Darwish, afirmó que el Tribunal Supremo israelí emitió su decisión sin una sesión previa y señaló que, de esta manera, perdió su terreno y domicilio después de casi veinte años de procedimientos en los tribunales de Israel.

Darwish indicó que el tribunal rechazó el recurso que había interpuesto contra la decisión de incautar su terreno de más de 14 hectáreas junto con sus tres casas de unos 400 metros cuadrados y en las que viven aproximadamente 30 miembros de su familia.

El ciudadano palestino explicó que el objetivo de la decisión del tribunal es poder construir carreteras que pasan por donde se encuentran sus casas y establecer dos complejos residenciales para los colonos judíos, y recalcó que corren el riesgo de ser desalojados de sus hogares en cualquier momento.

Darvish recordó que la superficie inicial de su terreno era de 242 hectáreas y enfatizó que la primera decisión de incautación se emitió el 30 de agosto de 1970, pero que logró que las 14 hectáreas quedaran exentas de la decisión.

No obstante, Darvish dijo que el “Departamento de Propiedad” de Israel inició un nuevo proceso de expropiación hace unos dos años, lo que obligó a la familia a recurrir a la justicia israelí y presentar documentos oficiales emitidos por el mismo departamento y que confirman que es dueño de la propiedad.

Sin embargo, el tribunal anuló estos documentos con el pretexto de que habían sido expedidos en 1974 y que carecían de la firma del ministro de Finanzas israelí.

Asimismo, la justicia israelí emitió una decisión adicional de incautación de la tierra sin el conocimiento de la familia en 1986.

Darwish también dijo que las autoridades israelíes le impusieron una multa de 20.000 shekels por negarse a ejecutar la orden de desahucio.