TransmiCable, la obra que mejorará la calidad de vida de 700 mil bogotanos

Por: Diego Carranza

En diciembre próximo el suroccidente de Bogotá podrá disfrutar de su primer sistema de transporte masivo por cable aéreo, TransMiCable, que beneficiará a más de 700 mil habitantes de la localidad de Ciudad Bolívar, la tercera más grande de la capital colombiana.

Luego de más de tres años de estudios, diseños y obras, la construcción fue entregada por el Instituto bogotano de Desarrollo Urbano (IDU) a la empresa TransMilenio, que se encargará de definir horarios, adecuar taquillas, torniquetes y demás detalles para poner el sistema a servicio de la ciudadanía.

Pero más allá de la megaobra de transporte público, que tuvo un costo de COP 240 mil millones (cerca de USD 78,6 millones), TransMiCable se traducirá en una mejora indiscutible de la calidad de vida de las miles de personas que habitan este extremo de la ciudad.

A lo largo de 3,4 kilómetros de recorrido y cuatro estaciones, habrá 24 torres o pilonas que sostendrán las 160 cabinas con capacidad de transportar a máximo diez personas por viaje. Y en nueve de estas pilonas, dos estaciones y un punto intermedio, habrá desarrollos urbanísticos y equipamientos para la ciudadanía.

Uno de ellos es un punto llamado ‘SuperCade’, que estará ubicado en la estación Manitas, y que tendrá 57 módulos de atención de 29 entidades distritales y nacionales, en los que más de 800 mil personas podrán realizar trámites y acceder a servicios según las necesidades y problemáticas locales.

En cinco de las 24 pilonas se construyen parques con juegos infantiles y tradicionales, equipos al aire libre de gimnasio y multifuerza, así como canchas sintéticas múltiples. 

Alrededor de otras dos torres habrá centros culturales, con áreas de emprendimiento comercial, auditorio, sala infantil, de danza, de música, cancha fútbol 5, muro de “arte urbano responsable”, muro de escalar, gradería para presentaciones, huertas urbanas, salón de formación deportiva y sala de artes escénicas, entre otros servicios.

La estación del barrio Mirador del Paraíso (el límite de la ciudad en ese punto cardinal) tendrá una biblioteca/ludoteca, un auditorio, una galería-museo, salón de formación literaria, servicios y administración, cancha de fútbol 5, un mirador urbano y un punto de atención turística.

En la torre siete estará ubicado el Centro Día, un lugar para adultos mayores en el que se espera atender unas 120 personas que tendrán acceso a alimentación, servicios sanitarios, acompañamiento psicosocial, capacitación en artes y oficios, ejercicios de huertas urbanas y áreas de recreación.

Además de lo anterior, representará un ahorro bastante considerable de tiempo. Hoy en día, para ir desde el Portal Tunal (punto de conexión con el sistema de buses) hasta el Mirador del Paraíso en hora punta u hora pico, las personas se están demorando entre dos o tres horas. Con la obra, el tiempo de recorrido se disminuye a apenas 13 minutos. Aunque teniendo en cuenta el flujo de personas que se espera movilizar (el sistema tiene capacidad para transportar a 7.200 personas por hora), se calculan unos 20 minutos. Aún así, la reducción en tiempos de desplazamiento es importante.

“Eso va a cambiar significativamente sus vidas, porque van a tener más tiempo con sus familias, con sus hijos, poder compartir y llegar más temprano a su casa (…), ahorrarse una o dos horas y media al día, es calidad de vida”, manifestó Yaneth Mantilla, directora del lDU, a la Agencia Anadolu.

Para Haydeé María Rodríguez, habitante del barrio Juan Pablo II, esta construcción le cambiará la vida a Ciudad Bolívar: “vamos a ahorrar mucho más tiempo, sea para hacer los oficios con mucha más calma, compartir con nuestra familia o quedarnos un rato más en la cama”. 

“Pero a nivel económico también vamos a ahorrar mucha más plata porque a veces nos toca coger dos o tres buses para llegar a nuestros sitios de trabajo. Ahorita va a ser uno solo”, dijo esta mujer con notable alegría y expectativa.

En el caso de Haydeé, para llegar hasta el Portal Tunal, hay días en que se debe disponer de hasta tres horas. “Duramos 20 o 45 minutos, incluso una hora, esperando el primer bus que pasaba; y si hay fila, no nos alcanzamos a ir en ese y toca esperar más. Y súmele los trancones… siempre nos demorábamos mucho”, detalló con cierto desánimo.

Haydeé Rodríguez insiste con alegría que TransMiCable, desde ya, “trajo mucho progreso y beneficio para Ciudad Bolívar porque va a haber mejoramiento alrededor de las estaciones”, e hizo un llamado tanto a locales como a visitantes extranjeros, a que cuiden el sistema. “Somos todos los que tenemos que cuidarlo, esto es un sueño hecho realidad”.

Vicente Pineda, un santandereano que vive en el mismo barrio, dice que “esta obra es un gran beneficio” para las personas de la zona, y que espera que salga adelante y “llegue mucho turista”. 

Tal es la distancia y dificultades de movilidad en esta zona, que, si por ejemplo, una persona empieza a trabajar a las 7:00 a.m. en un punto en el centro de Bogotá, tiene que despertarse aproximadamente a las 3:30 a.m., señalan las personas.

“Lo importante de una obra de infraestructura no es la obra en sí, sino la felicidad que transmite a las personas”, añadió Pineda.

El sistema de cable aéreo más moderno de Latinoamérica

Yaneth Mantilla también enfatizó que el TransMiCable de Ciudad Bolívar es el cable aéreo “más moderno y con tecnologías más limpias de Suramérica”. Los vagones son más amplios, lo que permite que las personas vayan más cómodas, y cuentan con sillas abatibles (o plegables) para que quienes ingresen al sistema con sillas de ruedas, coches o bicicletas, puedan ingresar sin inconvenientes.

Además, cada cabina tiene comunicación entre el usuario y el operador, internet de alta velocidad, cámaras de seguridad, botón de pánico y dos paneles solares que permiten alimentar las funciones y capacidades del sistema.

Javier Rosales, gerente de proyecto por parte de la constructora Doppelmayr, resaltó algunos de los elementos que diferencian el cable de Ciudad Bolívar de otros anteriores, como un sistema de pararrayos a las torres y otro de recuperación de línea, que en caso de que se descarriara el cable por fuertes vientos, en cada torre hay herramientas que permiten levantar la línea con carga.

Otra de las novedades es un sistema de alerta climática que tiene dispositivos en tres torres para medir la velocidad y dirección del viento. Si se detectan velocidades superiores a los 72 km/h, el sistema se detendrá automáticamente. Cuando las condiciones atmosféricas se normalicen, “se autorregula” para volverlo a operar de nuevo, explicó Rosales. 

TransMiCable también estará blindado ante posibles fallas eléctricas, pues tiene tres opciones para garantizar el servicio. En caso de un fallo inicial, un sistema de alimentación ininterrumpida (UPS, por sus siglas en inglés) en el centro de control proveería la energía mientras entran a operar las plantas eléctricas, que tienen autonomía para ocho horas. Y si llegaran a fallar el sistema de UPS y las plantas (improbable según los técnicos), el turno sería para un sistema de recuperación que consta de dos motores de emergencia (uno redundante de otro). “La falla va a ser imperceptible para el usuario”, confirma el vocero de Doppelmayr.

Las cuatro estaciones del cable de Bogotá tendrán parqueaderos con una capacidad de aproximadamente 500 bicicletas, y estará directamente conectado con el sistema de transporte masivo de buses de la ciudad, sin pagar un monto adicional, que lo convertirá en un sistema de transporte multimodal.

“Felices de ver a tanta gente que le va a servir y que va a estar conectada. Como decía la comunidad, por primera vez se sienten parte de la ciudad y es una satisfacción enorme”, confirma Yaneth Mantilla.

Se han capacitado más de 35 mil estudiantes que desde ya les dicen a sus papás cómo cuidar el servicio. También se trabajó con veedores y líderes de Ciudad Bolívar para enseñarles acerca del desarrollo urbanístico alrededor de esta obra de infraestructura.

“Esto no solo es un sistema público de transporte, es un proyecto urbano integral que va a traer grandes beneficios a la comunidad”, aseveró Karina Martínez, gerente de TransMiCable del IDU.

Aunque según estudios, la capital colombiana requiere de otros cables aéreos para otras zonas, no se han abierto licitaciones.