Terrorismo empaña la celebración de independencia de Afganistán

Afganistán cumplió este lunes el centenario de su independencia, en otra encrucijada histórica luego de años de conflictos violentos.

En su historia, el país sin salida al mar que une el sur y el centro de Asia ha tenido desastres inigualables. Tras independizarse de la corona británica el 19 de agosto de 1919, Afganistán se transformó en una república y experimentó más tarde con el comunismo y el Islam de línea dura, antes de adoptar la democracia capitalista respaldada por Occidente con la invasión estadounidense en 2001.

Hayatullah Khan, un vendedor de banderas en la carretera en la capital, Kabul, le dijo a la Agencia Anadolu que una reciente ola de ataques mortales en la ciudad parecía haber apagado el espíritu de las celebraciones.

“La semana pasada, durante el Eid y antes de él, la gente estaba comprando banderas ampliamente. Por lo general, en la víspera de la Independencia tenemos muy buenas ventas, pero el ataque suicida ha entristecido a todos”, dijo Khan, refiriéndose al atentado terrorista de este sábado en una boda en Kabul, adjudicado a Daesh, que mató a 64 personas e hirió a más de 180.

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El Gobierno organizó una serie de festividades para marcar el día con estilo, a pesar de las realidades amargas por la insurgencia armada, la pobreza paralizante y las divisiones políticas en el país.

Todas las carreteras, plazas y oficinas públicas claves están decoradas con los retratos del rey Amanulá Khan, líder del movimiento de independencia, y la bandera nacional.

Gran parte de las celebraciones del centenario giraban en torno al emblemático palacio Darul Aman del siglo XIX en Kabul. Este palacio, diseñado por arquitectos alemanes en el siglo XIX, fue devastado durante la sangrienta guerra civil en los años 90. El presidente Ashraf Ghani ha encargado su reconstrucción por un costo de USD 9 millones.

Ghani, ex economista del Banco Mundial, ha usado como eslogan "Constructor de Estado" para su campaña de reelección, prometiendo completar el legado de reformas del rey Amanula Khan, a quien idealiza.

En una solemne ceremonia en palacio, Ghani se comprometió a liberar la provincia de Jorasán del poder de Daesh.

“El enemigo de nuestra libertad e independencia, el enemigo de nuestro pueblo y país no puede ver esta celebración y felicidad. Este enemigo no puede enfrentarse a nuestras poderosas fuerzas armadas", dijo el presidente afgano, quien también culpó a los talibanes de proporcionar a los terroristas una plataforma para sus ataques bárbaros a mezquitas, escuelas y espacios públicos.

Los insurgentes talibanes, que participan en conversaciones de paz cruciales con Estados Unidos, dicen que el país permanece bajo la ocupación estadounidense, por lo tanto no hay necesidad de celebrar el Día de la Independencia.

En la provincia oriental de Nangarhar, un gran número de devotos del difunto rey llegaron de diferentes partes del país para presentar sus tributos y ofrecer oraciones en su tumba, que está dentro de un modesto mausoleo en la ciudad de Jalalabad.

Miembros de minorías sijs e hindúes se unieron a sus compañeros musulmanes en Jalalabad para los bailes tradicionales "attan" y "dandya" durante toda la noche.

Como un recordatorio sombrío de las crudas realidades de la vida en Afganistán, una serie de al menos siete explosiones consecutivas sacudieron a Jalalabad durante el Día de la Independencia e hirieron al menos a 30 personas, en su mayoría civiles.

*Traducido por Aicha S. Alaguna.