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Tensión en el Mercosur tras la decisión argentina de suspender su participación

El Gobierno argentino sostiene que una apertura económica en el contexto de la pandemia sería perjudicial para el sistema productivo en toda la región.

28.04.2020 - Actualızacıón : 30.04.2020
Tensión en el Mercosur tras la decisión argentina de suspender su participación Argentina ve en la firma de nuevos TLC la profundización de la crisis en la industria nacional y la generación de desempleo. (Presidencia de Paraguay)

Buenos Aires

Por: Emiliano Limia

Argentina tomó la decisión, el pasado 24 de abril, de no seguir avanzando en las negociaciones para firmar tratados de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y terceros países como Corea del Sur, Canadá, Singapur, India y Líbano. Tampoco participará en las nuevas negociaciones del bloque.

Es sabido que el Gobierno de Alberto Fernández tiene marcadas diferencias con sus pares de Brasil, Uruguay y Paraguay, que ven en la apertura económica una oportunidad de expandir sus horizontes.

En cambio, Argentina ve en la firma de nuevos TLC la profundización de la crisis en la industria nacional y la generación de desempleo.

Por su parte, los especialistas coinciden en que la decisión de Argentina se da en un momento inadecuado.

Esteban Actis, doctor en relaciones internacionales e investigador de la Universidad Nacional de Rosario, señala que “no era una decisión que Argentina quisiese mostrar en este momento”.

Para el académico, “fue una postura de oposición en la mesa de negociaciones frente a los otros miembros del bloque, y eso provocó que la Cancillería paraguaya lo hiciera público, obligando a la Argentina a dar a conocer una postura en un momento inapropiado, en que no tenía la intención de hacerlo”.

Como consecuencia, las relaciones entre Argentina y sus socios del Mercosur se han visto lesionadas y existe una tensión latente. “Este evento demuestra una clara falta de sintonía y de capacidad de negociación”, afirma Actis.

De hecho este lunes las principales asociaciones de productores rurales de todo el Mercosur manifestaron su descontento con el gobierno argentino y le exigieron explicaciones.

Cabe aclarar que la decisión tomada por Argentina se da en un contexto de cambio de Gobierno. En términos económicos y de política exterior, la nueva administración tiene una orientación con mayor reparo al librecomercio y a la apertura de la economía, en comparación con la gestión de Mauricio Macri.

“Esto deja en evidencia la soledad de Argentina en un bloque donde tanto Brasil, Paraguay y Uruguay están alineados con la idea de aumentar la internacionalización del Mercosur”, agrega Actis.

Dicha idea se había comenzado a materializar en los últimos años en acuerdos con actores extrarregionales como lo es la Unión Europea (UE). Además, todos los países, excepto Argentina, buscan avanzar en la flexibilización del bloque eliminando (o al menos reduciendo) el arancel externo común.

Patricio Dellagiovanna, coordinador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica Argentina, considera que la decisión tomada por el Gobierno argentino “es como dispararse en el pie”.

Dellagiovanna explica que el acuerdo con la UE significa para la Argentina la posibilidad de enviar a Europa el 82% de los productos que el país exporta con arancel del 0%.

“El Mercosur es el primer exportador neto mundial de alimentos en el mundo. Representa grandes beneficios para la Argentina, ya que el 55% de sus exportaciones son agroalimentos. El inversor más importante en el país es la UE, y el segundo Brasil. Con esto, se suspenden las negociaciones junto al segundo inversor más grande”, detalla el especialista.

De acuerdo con Dellagiovanna, “Argentina se está quedando afuera de negociaciones muy atractivas. Suspenderlas por el contexto de la pandemia es algo completamente entendible, pero no era la forma ni el momento. Se podría haber continuado con las negociaciones que ya existen y poner ciertas reservas si hubiese sido necesario”.

Posibles escenarios para Argentina

Actis considera importante el hecho de que hacia el interior del Mercosur se esté discutiendo la idea de eliminar o reducir al mínimo el arancel externo común. En ese sentido, Brasil, Paraguay y Uruguay están de acuerdo.

Según el académico, Argentina tiene dos escenarios costosos por delante. Por un lado, si Argentina decidiese mantener una protección arancelaria alta, tiene en su contra que “es una economía que no tiene un mercado con escala importante para tener una mayor competitividad productiva. Además, tendría un aislamiento regional muy fuerte, en donde sería muy difícil avanzar en alcanzar nuevas pautas tecnológicas”.

En este sentido, Dellagiovanna señala que “Argentina no podría tener acceso a un mercado como la India dada su incapacidad de abastecer en escala. El Mercosur sirve para tener escala. Además, si Brasil generara un acuerdo de librecomercio con Corea del Sur, Argentina podría correr el riesgo de, por ejemplo, perder su mercado más importante de autopartes”.

Por otro lado, Actis indica que si Argentina acompañara la liberalización y bajara su protección arancelaria, habría muchos sectores de la economía que perderían competitividad.

“Hay sectores que tienen comercio con el Mercosur y que son competitivos gracias a esa protección. Al desaparecer, se reduciría el empleo y la entrada de divisas extranjeras”, añade el experto.

De acuerdo con él, Argentina está en una situación muy delicada y habrá que prestar especial atención a la discusión que se viene en el Mersocur: qué se va a hacer con el arancel externo común.

“Hay una fuerte sintonía entre Brasil, Paraguay y Uruguay. Tienen la decisión de avanzar inclusive con el costo de que parte de lo que se firme en el bloque, Argentina no lo haga. Se puede avanzar de forma bilateral o tripartita, habrá que ver cómo se armoniza con la normativa del Mercosur”, asegura Actis.

El futuro del Mercosur

En relación a la firma de nuevos TLC o a la conclusión de negociaciones ya iniciadas, como es el caso con Corea del Sur, Actis se declara escéptico.

“Brasil, Uruguay y Paraguay creen que en 2020 se pueden concretar esas negociaciones, e inclusive iniciar nuevas negociaciones con otros países. Este año parece bastante complejo para avanzar en esa materia porque el contexto internacional es muy restrictivo”, afirma.

En diciembre de 2019, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó para el 2020 un crecimiento del 1,3% del PBI para toda la región sin tener en cuenta el impacto del coronavirus.

En su informe, la CEPAL advirtió que el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento de la región en los últimos 70 años.

“Si a eso le agregamos este contexto económico de fuerte depresión y la conflictividad interna que tiene Brasil con el gobierno de Bolsonaro, es difícil pensar en una agenda exitosa del Mercosur inclusive sin Argentina”, concluye el académico.

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