Este martes se cumple un mes del crimen de Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años que fue asesinado a golpes por un grupo de jugadores de rugby en la ciudad de Villa Gesell, ubicada al extremo este de la provincia de Buenos Aires, Argentina.

El primer mes del caso, conocido como crimen de Villa Gesell, coincidía con una audiencia convocada por el juez de Garantías, David Mancinelli, en la que iba a tratarse una recusación a la fiscal que investiga la muerte de Báez, Verónica Zamboni.

No obstante, aunque la recusación fue planteada por el abogado de los ocho imputados, Hugo Tomei, él mismo solicitó la postergación de la cita judicial.

En la víspera, la fiscal Zamboni emitió un nuevo dictamen e imputó a los ocho detenidos como coautores del asesinato.

Hasta el momento, solo dos de ellos estaba imputados como tal, Máximo Thomsen y Ciro Pertossi. Mientras que Lucas y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, eran solo acusados de ser partícipes necesarios del crimen.

Pero además, Zamboni imputó como “partícipes necesarios del homicidio” a Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, quienes habían sido liberados por “falta de mérito”. Esta acusación podría hacer que vuelvan a la cárcel.

Según detalla el diario Página 12, Hugo Tomei recusó a la fiscal Zamboni para “intentar apartarla de la causa, que viene instruyéndose a ritmo acelerado”.

El medio local explica que la decisión es la “consecuencia lógica de la estrategia que inició el letrado el jueves pasado, cuando denunció a Zamboni por privación ilegítima de la libertad (de los ‘rugbiers’, como se les llama), falsedad de instrumento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Por eso, para resolver dicho conflicto, el juez Mancinelli había convocado a las partes este martes.

A un mes del crimen de Báez Sosa, su madre, Graciela Sosa, le hizo un llamado a las autoridades para que el caso no quede impune.

“Hoy se cumple un mes del fallecimiento de mi hijo, y quiero invocar a todos para esta tarde, para que se haga justicia”, dijo la mujer desde su casa, en el barrio de La Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires.

El padre del joven, Silvino Báez, también reclamó justicia por la muerte de su único hijo.

“Hoy pedimos justicia por Fernando y por todas las víctimas de violencia, para mí la justicia es ver presos a los culpables, si es posible de por vida, pero para eso están las leyes y los jueces, nosotros somos gente humilde y estamos esperando”, aseveró.

Los padres de Fernando Báez encabezan una marcha frente al Congreso argentino.