Solo un ex soldado fue imputado por asesinatos del Domingo Sangriento en Irlanda del Norte
Los fiscales declararon que no había evidencia suficiente para imputar cargos contra los otros 16 ex soldados británicos involucrados en los asesinatos del Domingo Sangriento.

LONDRES
Los fiscales de Irlanda del Norte acusaron este jueves a un ex militar británico involucrado en los asesinatos del Domingo Sangriento de 1972 en Londonderry por cargos de asesinato e intento de asesinato.
El anuncio del Servicio de la Fiscalía de Irlanda del Norte (PPS) se produjo 47 años después del incidente, ocurrido el 30 de enero de 1972, cuando un grupo del Regimiento de Paracaidistas de élite de Gran Bretaña (conocidos como paras) abrió fuego en medio de una marcha de derechos civiles en la ciudad de Irlanda del Norte.
Los fiscales declararon que no había pruebas suficientes para presentar cargos contra los ex militares restantes.
El PPS dijo que “con respecto a los otros 18 sospechosos, incluidos 16 ex soldados y dos presuntos miembros del IRA Oficial, se concluyó que la evidencia disponible es insuficiente para proporcionar una perspectiva razonable de condena”.
Las decisiones del jueves tienen que ver solo con las denuncias de conducta criminal del mismo Domingo Sangriento, dijo el PPS en su declaración.
“Ahora se considerarán las denuncias de perjurio con respecto a los sospechosos denunciados por la policía”, agregó el PPS.
Reacción de las familias
Las familias de las víctimas declararon en una rueda de prensa que sufrieron una “terrible decepción” por la decisión de no imputar a más militares.
“Negarles a las personas sus derechos humanos es desafiar su humanidad misma”, dijo John Kelly, quien perdió ese día a su hermano de 17 años, Michael.
“Hemos atravesado un largo camino desde que nuestros padres y hermanos fueron brutalmente asesinados”.
“Su victoria es nuestra victoria”, dijo Kelly ante el juicio venidero de los soldados F (como se le conoce a cualquiera de los militares involucrados en el caso, pues estos no han sido identificados públicamente desde lo ocurrido en 1972) por los asesinatos de James Wray y William McKinney y por el intento de asesinato de Joseph Friel, Michael Quinn, Joe Mahon y Patrick O'Donnell.
Kelly señaló que existían medios legales para desafiar la decisión tomada el jueves de no presentar cargos contra los otros soldados.
“Las familias del Domingo Sangriento no han terminado”, advirtió Kelly.
El secretario de Defensa de Reino Unido, Gavin Williamson, declaró que el Ministerio de Defensa apoyaría a los soldados F y pagaría los costos legales.
“Estamos en deuda con aquellos soldados que sirvieron con valentía y excelencia para llevar la paz a Irlanda del Norte”, dijo Williamson.
“El bienestar de nuestro antiguo personal de servicio es de gran importancia… y el gobierno reformará con urgencia el sistema para lidiar con los temas legales”, agregó el secretario. “Nuestro personal antiguo y actual no puede vivir con el miedo constante de ser perseguido”.
Los asesinatos de 1972
La ciudad de Londonderry (conocida como Derry por sus residentes católicos) fue el escenario de una masacre infame, cuando soldados abrieron fuego contra 27 personas desarmadas que estaban participando en una protesta por los derechos civiles.
13 víctimas murieron ese día y una más sucumbió a las heridas un mes después.
Los asesinatos contribuyeron a la disminución del conflicto de Irlanda del Norte entre el gobierno británico y los paramilitares que lo apoyaban, contra los republicanos irlandeses y nacionalistas.
La furia que se produjo por los resultados del Domingo Sangriento se sintió en todo el mundo, pues fue transmitida por televisión y creó una ola de nuevos reclutas para formar parte del Ejército Revolucionario Irlandés (IRA), la organización paramilitar revolucionaria irlandesa.
El gobierno de Reino Unido, en un inicio, argumentó que los soldados habían respondido a las balas disparadas de los edificios cercanos, un descubrimiento apoyado por una investigación llamada el Reporte Widgery.
Sin embargo, después de años de presión por parte de las familias de las víctimas, la Investigación de los 12 años del Domingo Sangriento, conocida como la Investigación Saville, concluyó después que las víctimas no estaban armadas ni suponían una amenaza para los soldados.
En junio de 2010, el entonces primer ministro de Reino Unido, David Cameron, emitió una disculpa oficial por los asesinatos en nombre de su gobierno, confirmando que aquellas personas que fueron disparadas eran víctimas inocentes.
El acuerdo de paz, conocido como el Acuerdo de Viernes Santo, puso fin a la era de la violencia del periodo conocido como “The Troubles”, en el cual murieron más de 3.500 personas.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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