Solicitantes de asilo abandonados a su suerte por Francia, luchan por sobrevivir en Calais
Actualmente hay unos 800 migrantes en Calais (norte), la mayoría de ellos sudaneses y afganos, viviendo en diferentes zonas verdes de los suburbios, sin acceso a servicios básicos como alojamiento, baño, agua y comida.

FRANCIA
Mientras Francia es criticada por ser "indiferente" a las malas condiciones de los solicitantes de asilo en su territorio, los migrantes abandonados a su suerte en la ciudad de Calais luchan por sobrevivir.
En 2016, el Gobierno francés disolvió el campamento de refugiados Jungle en la ciudad de Calais, al norte del país, hogar de unos 8.000 solicitantes de asilo. Sin embargo, un gran número de migrantes regresaron a Calais tras ser enviados a diferentes centros de migrantes debido a las condiciones desfavorables y la capacidad insuficiente de estos lugares.
Francia, que defiende la democracia y los derechos humanos en la arena internacional, ha sido criticada por las ONG del país por tomar medidas insuficientes para abordar las malas condiciones que enfrentan los solicitantes de asilo y su "indiferencia" ante sus problemas.
Actualmente hay unos 800 migrantes en Calais, la mayoría de ellos sudaneses y afganos, viviendo en diferentes zonas verdes de los suburbios de la ciudad, sin acceso a necesidades básicas como alojamiento, baño, agua y comida.
Los solicitantes de asilo sobreviven a través de los alimentos que les proporcionan las ONG, tratan de mantener su higiene con el agua de un río cercano, y algunos de ellos incluso toman su ablución con esta agua y rezan.
La única esperanza de los migrantes en Calais es ir al Reino Unido, donde creen que pueden vivir en mejores condiciones. La ansiosa y desesperada espera se puede leer en sus rostros.
También hay algunos solicitantes de asilo que se alojan en tiendas de campaña improvisadas debajo de un puente en el centro de la ciudad.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, testigos presenciales dijeron que la Policía va a dicha ubicación casi todos los días para evacuar a los migrantes y ocasionalmente trata de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Los migrantes se negaron a aparecer frente a la cámara debido a preocupaciones de que su viaje a Reino Unido se vea comprometido.
"Los funcionarios no nos permiten montar carpas"
Ibrahim, un migrante sudanés que accedió a hablar frente a la cámara de la Agencia Anadolu, dijo que se les está ayudando en términos de comida y bebida, pero tienen problemas con el alojamiento.
"Los funcionarios no nos permiten armar carpas. Con la nieve y la lluvia la situación empeora. No estamos acostumbrados a estas condiciones climáticas, aquí no es como en África", aseguró.
“Como migrantes, también tenemos dificultades para utilizar el transporte público. Por lo que nos vemos en la necesidad de caminar y buscar comida. Vivimos muchas cosas”, agregó.
"El Gobierno actual es enemigo de los migrantes"
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Pierre Rocque, coordinador de la ONG Utopía 56, dijo que le dan asistencia a los migrantes y se ocupan de sus problemas de salud.
"Su condición es muy dramática. Viven en campamentos temporales. Estos campamentos son evacuados por la Policía cada 48 horas. Sus pertenencias personales pueden ser confiscadas o robadas. La Policía a veces viene y los levanta por la noche. También se trata de acoso físico y psicológico. Ahora las condiciones climáticas son malas, pero eso no impide que la Policía confisque sus carpas”, aseguró Rocque.
Rocque señaló que el Gobierno francés no trabaja lo suficiente en el tema de los solicitantes de asilo.
"El Gobierno actual es enemigo de los migrantes y ha convertido esto en política", dijo.
Otra coordinadora de Utopía 56, Siloe Medriane, indicó que los solicitantes de asilo viven en condiciones infrahumanas.
"Algunos migrantes en Calais se esconden porque los persiguen todas las mañanas. Estas personas no pueden soportar que las persigan más. Se esconden y no pueden beneficiarse de las ayudas" subrayó.
"El Gobierno no hace lo que tiene que hacer", dijo, y agregó: "Fueron abandonados por el Gobierno. Nosotros, como asociación, estamos tratando de ayudar. Le estamos diciendo al Gobierno las fallas que hay aquí, pero hacer oír nuestra voz es muy difícil”, agregó.
Elisa Gan, coordinadora del Centro de Mujeres Refugiadas, una ONG que trabaja con mujeres migrantes en Calais y Grande Synthe, dijo que la situación en Calais después de la disolución del campamento Jungle en 2016 no ha cambiado en realidad.
"Es una pena que ahora la situación de los migrantes en Calais esté menos cubierta por los medios de comunicación que antes porqué todavía hay unas 800 personas aquí y la misma cifra en la vecina ciudad de Grande-Synthe", agregó.
"Las autoridades locales toman medidas a medias para decir que están haciendo algo sin satisfacer plenamente las necesidades de los migrantes. Las autoridades no respetan a estas personas y no quieren responsabilizarse de ellas", concluyó.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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