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Sistema inmune fuerte, secreto de la anciana de 107 años que se recuperó de COVID-19

A pesar de su avanzada edad, Havahan Karadeniz nunca ha sido operada, no tiene diabetes o colesterol y preserva su memoria.

Çiğdem Münibe Alyanak  | 17.04.2020 - Actualızacıón : 18.04.2020
Sistema inmune fuerte, secreto de la anciana de 107 años que se recuperó de COVID-19 ESTAMBUL, TURQUÍA - ABRIL 16: Havahan Karadeniz, mujer de 107 años, que se recupera de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) después de su tratamiento de una semana en el Hospital de Investigación Educativa de Estambul, durante una entrevista exclusiva con la Agencia Anadolu en Estambul, Turquía, abril 16, 2020. (Esra Bilgin - Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Gracias a un proceso de tratamiento correcto y un sistema inmunológico fuerte, Havahan Karadeniz, mujer turca de 107 años de edad, ha conseguido superar la enfermedad del coronavirus (COVID-19).

Karadeniz acudió al hospital el 7 de abril con síntomas de tos y fiebre alta. Los análisis que se le practicaron dieron positivo en COVID-19 y fue hospitalizada. Al cabo de una semana de tratamiento, fue dada de alta.

En estos momentos, Karadeniz se encuentra en su casa en cuarentena preventiva, en la que debe permanecer durante 14 días, según le indicaron los médicos. Durante este periodo, le cuidará uno de sus bisnietos, Ender Cirag.

La familia de Karadeniz, originaria de la provincia de Malatya en el este de Turquía, se trasladó a Estambul cuando apenas tenía ocho años de edad. Su marido falleció en 1982. Hoy es madre de cuatro hijos, abuela de 11 nietos y bisabuela de 15 bisnietos.

A pesar de su avanzada edad, Karadeniz nunca ha sido operada, no tiene diabetes o colesterol y preserva su memoria.

Le gusta el café turco, los dulces y los albaricoques, famosos en su tierra natal. Por las mañanas suele desayunar mantequilla, nata, miel y leche. Su plato preferido es el yogur con trigo.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Karadeniz relata que en un principio no quiso ir al hospital, pero que luego su hija la llamó y la convenció para que fuera.

Karadeniz cuenta que durante su estancia en el hospital por las noches no le entraba el sueño. “Estaba muy triste”, agrega.

La mujer centenaria asegura que nunca anteriormente había sufrido de una enfermedad seria. “Cuido la comida. Como lo que me cocinan mis hijos. No salgo, permanezco en casa porque tengo el peligro de caerme. Si me muevo un poco, me caigo”, comenta Karadeniz.

La anciana está muy agradecida con los médicos. “Tenemos unos médicos estupendos. Me dijeron que me cuidara, nada de dar vueltas, hasta la cocina (como máximo)”, afirma Karadeniz.

*Daniel Gallego contribuyó con la redacción de esta nota.

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