Archivo. (Agencia Anadolu)
Bangladés
El partido de la Liga Awami de la actual primer ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, ganó las elecciones parlamentarias por tercera vez este domingo después de que la oposición rechazara los escrutinios.
Los resultados no oficiales, publicados a través de las redes locales de televisión, muestran que la alianza liderada por el partido gobernante obtuvo 281 de los 299 escaños, lo que garantiza una tercera victoria consecutiva para Hasina, quien ha gobernado el país desde 2008.
De los 293 resultados anunciados, la Liga Awami de Hasina obtuvo 259 escaños y su aliado el Partido Jatya obtuvo 22 escaños en el parlamento nacional, mientras que el principal partido opositor, el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP), obtuvo solo 6 escaños.
Para formar un Gobierno en Bangladés, un partido necesita 151 escaños en el parlamento de 350 puestos. 300 miembros del parlamento son elegidos directamente por voto popular, mientras que 50 asientos están reservados para mujeres.
Luego de la votación de un día, la principal alianza de oposición liderada por el BNP rechazó las elecciones, alegando manipulación de votos en todo el país, una acusación que el gobierno intenta desvirtuar.
En un comunicado, horas después de que se cerraran las urnas, Kamal Hossain, jefe de la Alianza Nacional de oposición declaró ante la prensa que la elección fue una "burla" y exigió que la comisión la anule.
Más de 50 candidatos del principal partido opositor, el Partido Nacionalista de Bangladés, 25 candidatos de su aliado Partido Jamaat-e-Islami y algunos otros candidatos independientes se encuentran entre aquellos que boicotearon la elección, citando a las votaciones como una "elección controlada por el Gobierno”.
Algunos otros partidos de la oposición, entre ellos el Islami Andolan Bangladés y el izquierdista Ganosamhati Andolon, también boicotearon la elección durante la jornada de la votación.
La votación terminó oficialmente a las 4 p.m. hora local, en medio de disturbios en todo el país que dejaron al menos 17 muertos y más de 60 heridos.
La comisión electoral y el partido gobernante rechazaron los informes de fraude y violencia electoral, diciendo que las elecciones fueron en su mayoría pacíficas, imparciales y no violentas en todo el país.
