Miles de personas en los condados de Turkana y Baringo, en el norte de Kenia, se enfrentan al hambre debido a la sequía.

Desde hace casi un año no ha llovido en la zona. La cifra de muertos por inanición aumentó a nueve hasta este domingo.

Los locales, que son en su mayoría nómadas, están pidiendo al Gobierno nacional que envíe urgentemente alimentos para mitigar la crisis y salvar vidas.

Los nómadas en Turkana se encuentran entre los más afectados por el cambio climático, que los ha dejado a ellos y a sus animales sin comida ni agua.

"Hemos perdido a dos personas esta semana. Sus familias los dejaron allí para ir a buscar agua y comida. Los niños y las madres embarazadas son los más afectados, como yo, no tengo leche para darle a amamantar a mi hijo recién nacido”, señaló a la Agencia Anadolu Echwa Lokiping, residente de la aldea de Kobuin.

Jospehat Nanak, gobernador del condado de Turkana, dijo a los reporteros que el condado está haciendo todo lo posible para mitigar los efectos de la sequía, pero pidió al Gobierno nacional que los ayude.

“Si llegan las lluvias, la situación mejorará, pero si faltan, necesitamos que el Gobierno nacional intervenga y salve vidas".

Las frutas silvestres se han convertido en parte de la comida diaria para los residentes de estas zonas.

"Recolectamos frutas silvestres llamadas Sorich, luego las hervimos hasta que el ácido deja la fruta, luego las comemos", explica Jeber Koiyet, un aldeano.

Cientos de kenianos han usado las redes sociales para compartir fotos y videos de las víctimas de la sequía, en una campaña dirigida para presionar al Gobierno y envíe ayuda urgente al condado de Turkana.

* Juan Felipe Vélez contribuyó con la redacción de esta nota.