El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseveró este miércoles, a su llegada a Arabia Saudita que los ataques a las instalaciones de la refinería saudí Aramco constituyen un “acto de guerra” iraní.

Pompeo se dirigió a los reporteros en camino a Yidda, Arabia Saudita, en donde se encontrará con el príncipe heredero Mohammed Bin Salman antes de partir a Emiratos Árabes Unidos.

“Fuimos bendecidos porque no había estadounidenses en este ataque, pero en cualquier momento que tengan un acto de guerra de esta naturaleza, siempre existe riesgo de que eso pueda suceder”, declaró Pompeo según reportes de medios.

Estados Unidos señala cada vez más a Irán desde los ataques del fin de semana pasado a las instalaciones de la refinería Aramco a raíz de los cuales se frenaron las actividades petroleras de El Reino.

El grupo rebelde de los hutíes de Yemen, apoyados por Irán, se atribuyeron la responsabilidad de estos ataques.

Sin embargo, Irán ha negado tener alguna relación con los incidentes a medida que las tensiones aumentan en la región en medio de una especulación de represalias de parte de Estados Unidos y sus aliados.

Pompeo señaló que “confía” en que Estados unidos abordará este tema en la siguiente Asamblea General de Naciones Unidas que se celebrará la próxima semana en Nueva York.

“Los saudíes fueron la nación atacada. Fue en su territorio, fue un acto de guerra directo en su contra”, manifestó el diplomático estadounidense.

A diferencia de Pompeo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adoptado un tono más cauteloso, y ha señalado que, aunque inteligencia del país pareció haber descubierto un papel de Irán en el ataque se ha abstenido de acusar directamente al país persa como responsable por los ataques que agitaron los mercados mundiales de la energía.

Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con la descripción de Pompeo de los ataques como un “acto de guerra”, Trump se rehusó a responder directamente, y agregó que pronto se publicaría un comunicado al respecto.

*Traducido por Daniela Mendoza.