Se instaló este viernes formalmente el periodo de sesiones ordinarias para los próximos cuatros del Congreso de la República de Colombia.

“Hoy somos testigos de un verdadero hito en nuestra historia. Hoy instalamos el Congreso de la República más diverso, más plural, más participativo y más incluyente en más de dos siglos de vida republicana”, con estas palabras empezó su discurso el presidente Juan Manuel Santos ante los miembros del nuevo parlamento.

El saliente jefe de Estado resaltó la presencia, por primera vez, de los exguerrilleros de la desmovilizada guerrilla de las Farc: “aquí están –por primera vez– cinco senadores y cinco representantes del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (…) ahora que han dejado las armas y han aceptado aportar a la verdad y acogerse a la justicia transicional, ¡bienvenidos a este templo de la democracia!”

Santos afirmó que “atrás quedaron esos parlamentos dominados por las dos fuerzas políticas tradicionales donde las otras propuestas eran apenas simbólicas minorías”, y aseguró que el nuevo Legislativo “entra por fin en el siglo XXI”.

“Y nuestra democracia –tantas veces maniatada por la exclusión o por la violencia– llega fortalecida a esta nueva era”, recalcó el presidente.

El mandatario evocó en un largo y emotivo discurso, en el que resaltó su papel en la búsqueda de la paz, los logros alcanzados en La Habana, las garantías que obtuvieron los candidatos en la última jornada electoral, ambos opositores a su Gobierno.

“Pude haberme quedado quieto. Pude haber seguido la inercia de la guerra en la que ya había sido exitoso, como me lo sugirieron muchos. Pero ni mi conciencia ni la historia me lo hubieran perdonado”, subrayó al mencionar el “sacrificio gustoso” de su popularidad.

Santos la hizo un llamado al próximo Gobierno y Congreso a que continúen con la implementación de lo pactado en Cuba.

“Miles de vidas salvadas, miles de víctimas y heridos que ya no se producen, más inversión, más turismo, más trabajo, más recursos naturales protegidos, más progreso en el campo (…) esta es la paz que dejamos en plena construcción, que no es mía ni de mi gobierno, sino de todos los colombianos. No es la paz de Santos: es la paz del pueblo”, recalcó.

“¡Cuiden la paz que está naciendo! ¡Cuídenla! ¡Defiéndanla! ¡Luchen por ella! Porque es el bien más preciado que puede tener cualquier nación”, dijo el saliente mandatario al recordar que es la palabra de Estado colombiano la que está “empeñada” ante la comunidad internacional.

Juan Manuel Santos instó en varios momentos a "trabajar sobre lo trabajado" y en avanzar en el proceso que se adelanta con la guerrilla del ELN.

“Si se persiste en la pretensión de cambiar puntos sustanciales del Acuerdo, se corre el riesgo de hacer trizas la gobernabilidad y malgastar el tiempo de este Congreso en el empeño inútil de cambiar el pasado, en lugar de dedicarse a la tarea positiva de construir un mejor futuro sobre las bases de reconciliación que dejamos sentadas”, advirtió.

La lucha contra las drogas ocupó un espacio preponderante en la intervención del mandatario, quien señaló la necesidad de un cambio de enfoque. Santos destacó la importancia de “arreciar la mano dura” contra las bandas criminales, y de mantener la lucha contra el narcotráfico y el aumento de los cultivos ilícitos.

“La falta de una victoria tras décadas de esta lucha, son una señal de reevaluar la intervención contra el narcotráfico”, indicó.

Hizo un balance de su gestión y resaltó su labor en diferentes campos. Avances en acceso a educación, trabajo, inversión social, pobreza, salud, ambiente, inclusión, entre muchos otros, también hicieron parte de su prolongada alocución.

“Hay todavía mucha pobreza y mucha desigualdad, pero nadie puede negar lo que significa que más de la décima parte de la población del país haya salido de la pobreza, y que tengamos –por primera vez– una nación mayoritariamente de clase media”, indicó.

El mandatario destacó que "mientras en 2010 teníamos cerca de 13 millones y medio de hectáreas en áreas protegidas, hoy dejamos 43 millones –un área superior a la de Alemania o Japón–, sumando todos los páramos del país, los humedales declarados como zonas Ramsar, y las zonas especiales de la Amazonía declaradas reserva forestal”, como el parque natural de Chiribiquete, cuya área protegida se volvió ampliar hace poco menos de un mes, y que además fue declarado patrimonio mixto de la humanidad por la Unesco.

Al declarar oficialmente instalada la legislatura, Santos pidió “moderación y unidad” y adelantó una despedida a menos de dos semanas de dejar la Casa de Nariño.

“Este humilde servidor se despide con mucha gratitud por haber tenido el inmenso honor de servirle al país. Regreso a mi condición de simple ciudadano, retirado de la política, pero siempre dispuesto a acompañar todo lo que favorezca a nuestra nación y a la paz del mundo”, concluyó.

Expresidente Uribe y Farc en la misma fila y otras particularidades

En la novena fila del Salón elíptico del Congreso, se sientan, en un extremo el senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, y en el otro, uno de los líderes de la Farc, Marcos Calarcá. Con esta escena, impensable hasta hace poco, Santos, inauguró el primer Congreso después de la firma del acuerdo de paz en Colombia.

El presidente recibió una ovación de pie por parte de los legisladores al decir que volvería a sacrificar su popularidad. La bancada del Centro Democrático fue el único sector del Legislativo que permaneció sentado.

Zeuxis Pausias Hernández, conocido como Jesús Santrich, fue un nombre que se repitió varias veces durante el llamado a lista. El líder guerrillero no pudo ocupar su asiento en el Legislativo debido a su pedido en extradición, una ausencia que fue notoria.

Aunque el secretario del Congreso fue enfático en aclarar que iba contra el reglamento el aplaudir durante el llamado a lista, el Centro Democrático aplaudió vehementemente cuando se nombró a Uribe Vélez.

La bancada del partido Verde interrumpió la sesión al levantar una inmensa valla con el mensaje "la vida de los líderes sociales también es sagrada", en referencia a los más de 300 asesinatos de defensores de derechos humanos, sociales y ambientales, entre otros liderazgos de este tipo en el país.

Sobre Nicaragua y Venezuela

En su intervención, Santos también hizo alusión al diferendo limítrofe con Nicaragua, y a la extensa crisis socio política en Venezuela.

Sobre el primero, el presidente colombiano afirmó que su Gobierno hizo "todo lo que se podía hacer, con todos los argumentos y procedimientos que estaban a nuestra disposición (…), para defendernos de las absurdas pretensiones de ese país". También, rechazó la violencia en medio de la ola de protestas que atraviesa el país desde hace tres meses.

Sobre Venezuela, volvió a condenar "régimen oprobioso que ha producido tanta miseria" en el país caribeño, y le envió un mensaje a los ciudadanos que han salido de su tierra.

"A nuestros hermanos venezolanos que han buscado refugio en nuestro suelo los hemos recibido con generosidad, pero de forma ordenada y controlada", aseveró, al hacer un llamado a continuar con los esfuerzos para lograr el "restablecimiento de la democracia".