Ruanda conmemora 24 años desde su genocidio
El genocidio de Ruanda resultó en la muerte de un millón de personas después de la muerte del entonces presidente, Juvenal Habyarimana por un accidente aéreo el 6 de abril de 1994.

Ankara
Este viernes se conmemora el aniversario de 24 años del genocidio de Ruanda contra los grupos étnicos tutsi en el que un millón de personas perdieron la vida en un período de tan solo 100 días.
“Hay cuatro razones que pueden atribuirse a la causa del genocidio contra los tutsi: la primera es una influencia colonial, la segunda es mala política por parte del Estado ruandés, la tercera es una dirigencia política fallida en el Estado, y la cuarta es la indiferencia de la comunidad internacional”, explicó Williams Nkurunziza, embajador de Ruanda en Turquía, en una entrevista para la Agencia Anadolu.
El genocidio, que resultó en la muerte de casi un millón de personas, se dio entre los hutus extremistas y la minoría tutsi después de la muerte del presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y del presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, en un accidente aéreo el 6 de abril de 1994.
Nkurunziza culpó a la ONU por no detener el genocidio. “En lugar de proporcionar más personas para ayudar a detener el genocidio, [la ONU] se llevó a su gente”.
En un informe publicado el 13 de diciembre de 2017, el gobierno de Ruanda culpó a los funcionarios franceses de ese momento, y criticó la negligencia de la comunidad internacional.
“Las fuerzas militares francesas entrenaron a sus homólogos ruandeses, les suministraron armas incluso después del embargo de armas y los cubrieron, bajo los auspicios de una misión humanitaria sancionada por Naciones Unidas, en los últimos momentos de una campaña genocida”, agregó el embajador.
Nkurunziza subrayó los factores coloniales del genocidio contra los tutsi y argumentó: “antes del colonialismo, Ruanda era un estado unitario. Somos un pueblo, hablamos un idioma y compartimos la misma cultura. Pero con el colonialismo, el tema de la etnicidad se convirtió en una herramienta para controlar el estado de Ruanda. Fabricaron diferencias étnicas artificiales”.
El embajador ruandés señaló que las técnicas utilizadas para discriminar a los tutsis de “manera inhumana” no eran simples políticas discriminatorias sino técnicas científicas más sofisticada y aseguró que permitir esas técnicas para operar en el país después de la independencia era una decisión errónea.
Operación Turquesa
“Éramos independientes, teníamos la posibilidad de tomar una decisión política alternativa para ver a los ruandeses como uno y unificar el país. Ellos siguieron las mismas políticas de división de etnias que se usaban en el colonialismo”, criticó Nkurunziza.
Con respecto a la Operación Turquesa que lanzó Francia el 23 de junio de 1994, los últimos días del genocidio, el embajador dijo que dicha operación ayudó a los responsables del genocidio a escapar.
“El informe que publicó en diciembre el Gobierno de Ruanda no es un hallazgo nuevo, sino una consolidación de una evidencia conocida en la arena pública. Es una consolidación que refleja la capacidad de participación de los funcionarios franceses”.
Nkurunziza espera que el informe no perjudique las relaciones entre los dos países, ya que el Gobierno de Ruanda solo está interesado en llegar a la verdad, la justicia y responsabilizar a quienes cometieron y facilitaron el genocidio contra los tutsi.
Le hizo un llamado al Gobierno francés para colaborar con la nación de Ruanda y hacer justicia.
El embajador expresó además que Ruanda como nación, aprendió una lección de esta “horrible experiencia” y que están trabajando para la creación de una nación “próspera y desarrollada” bajo el liderazgo del actual presidente Paul Kagame.
“Después del genocidio, nuestro presidente ha sido un defensor del mantenimiento de la paz tanto en África como en todo el mundo. Aunque Ruanda es pequeña, contribuimos con una de las fuerzas de paz más grandes de la ONU en el mundo porque queremos evitar que lo que nos sucedió a nosotros les pase a otras personas”.
Nkurunziza destacó que los africanos deberían ser capaces de resolver sus problemas por ellos mismos y elogió el Área de Libre Comercio Continental Africana, firmado recientemente por 44 países africanos en una cumbre de la Unión Africana en Kigali, Ruanda.
“Una África más fuerte es buena para todos. Es importante que África empiece a dirigir sus propios asuntos”, concluyó el embajador Ruandés.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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