Residentes de la ciudad azerbaiyana de Ganja: los armenios se vengan con ataques a los civiles
Un misil balístico táctico lanzado por las fuerzas armenias impactó en la calle Husnu Hajiyev, en el barrio de Cevathan, y destruyó 20 viviendas de civiles en la madrugada de este sábado.

Ganja
Al menos 12 civiles azerbaiyanos, entre ellos dos niños, perdieron la vida en el segundo ataque de Armenia con un misil balístico a la ciudad azerbaiyana de Ganja, a tan solo 60 kilómetros de la frontera con Armenia.
Hikmet Hajiyev, asesor del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y jefe del Departamento de Asuntos de Política Exterior de la Administración Presidencial, informó que el ataque se dio a la 1 a.m. de este sábado (hora local) con un misil balístico táctico R-17 Elbrus (DoD/OTAN: SS-1C/Scud-B) lanzado desde territorio armenio.
El Scud-B posee una cabeza de guerra de 700 kilogramos de explosivos y un alcance de unos 300 kilómetros. Según Hajiyev, el misil impactó en la calle Husnu Hajiyev, en el barrio de Cevathan, y destruyó 20 viviendas civiles y causó extensos daños materiales en otras casas de la zona.
Se trata del segundo ataque de Armenia a zonas residenciales en Ganja, de aproximadamente 500.000 habitantes, con misiles balísticos desde el primero que ocurrió el pasado 11 de octubre.
“Cuando tuvo lugar el primer ataque pensamos que (los armenios) se vengaron y que no volverían a atacar a Ganja, pero nos equivocamos”, dicen residentes de la zona atacada en declaraciones a la Agencia Anadolu.
“Quieren provocar el caos atemorizándonos. Piensan que vamos a abandonar la ciudad, esto no pasará nunca”, agregan los residentes.
De acuerdo con los testimonios de los residentes, los armenios atacan a Ganja, un objetivo relativamente fácil, desde su propio territorio para vengarse por las pérdidas que el Ejército azerbaiyano les está infligiendo en el frente.
“Se escuchó una explosión a la 1 a.m., las casas se derrumbaron sobre nosotros. En los primeros cinco minutos después del ataque no hubo ningún ruido”, relata Ilham Ebilov, un residente de la calle Husnu Hajiyev.
“A esa hora todos estábamos dormidos. El ataque terrorista nos sorprendió en el sueño. Un momento después empezaron los gritos, yo estaba en estado de shock. Había humo por todas partes por el derrumbamiento de los edificios”, detalló Ebilov.
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Leman Rahimova, una niña de 14 años sigue bajo los escombros. “Dormía con Leman, ella no se pudo despertar, sigue bajo los escombros”, lamentó su madre, Vefen Rahimova.
*Traducido por Daniel Gallego.