El representante especial de las Naciones Unidas para Libia, Ghassan Salamé, expresó este miércoles su esperanza de que la conferencia de Berlín concluyese con un alto al fuego definitivo en el país norafricano para que los desplazados pudiesen regresar a sus hogares, según un comunicado de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL).

Horas antes Alemania había invitado a las partes beligerantes de Libia, así como a las potencias mundiales y regionales para una conferencia de paz en Berlín el próximo domingo.

La idea de la canciller germana, Ángela Merkel, es facilitar una solución política al conflicto interno del país africano.

La oficina de Merkel anunció que el Gobirno de Acuerdo Nacional (GNA), el mando del general golpista Jalifa Haftar, y líderes de 11 países incluidos Rusia, Turquía, Italia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos (EAU), fueron llamados para participar en la conferencia.

Las declaraciones de Salamé se produjeron durante su visita al colegio Al Ghunaimi en el barrio Bin Ashur, en el sur de la capital Trípoli, en el cual se albergan varios desplazados, en compañía de la vicerepresentante especial del secretario general de la ONU para Asuntos Políticos en Libia, Stephanie Williams.

Durante su visita, ambos oficiales de la ONU atendieron los problemas y dificultades de los desplazados debido a los enfrentamientos armados en Trípoli.

Salamé aseguró que las agencias de ayuda humanitaria de la ONU estaban dispuestas a intensificar su apoyo a los desplazados en Libia.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de desplazados en toda Libia supera los 268.000.

Desde el comienzo de la ofensiva del general golpista Jalifa Haftar para tomar Trípoli el 4 de abril del año pasado, el ACNUR ha proporcionado ayuda humanitaria a 9.817 desplazados.

*Traducido por Daniel Gallego.