Renuncia de las ministras de Salud y de Relaciones Exteriores de Perú crea una nueva crisis política
Ambas dimitieron luego de que estallara el escándalo de la "vacunación de cortesía" que habrían recibido varios políticos de Perú y por la cual la Fiscalía inició una investigación.
Colombia
Tras la dimisión este fin de semana de las ministras de Salud y de Relaciones Exteriores de Perú, Pilar Mazzeti y Elizabeth Astete, luego de conocerse que varios políticos se vacunaron contra la COVID-19 saltándose los protocolos que priorizaban a otras poblaciones en el plan de vacunación, una nueva crisis política se desató en el país suramericano desde la destitución en noviembre de 2020 del entonces presidente Martín Vizcarra.
Fue precisamente el expresidente el causante de la salida de la ministra de Salud, Pilar Mazzetti. Hace una semana, cuando llegaron las primeras vacunas a Perú, empezó a correr el rumor de que Vizcarra había sido inmunizado aprovechando su poder político. Días después se supo que, en octubre del año pasado, el exmandatario fue vacunado contra el coronavirus sin informárselo a la opinión pública. Él trató de responder a las críticas argumentando que había participado de manera voluntaria en un ensayo clínico de la farmacéutica Sinopharm.
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Sin embargo, el equipo de investigación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), que llevó a cabo la fase III del ensayo clínico de Sinopharm, aseguró a través de un comunicado que “el señor Martín Vizcarra Cornejo y la señora Maribel Díaz Cabello (esposa de Vizcarra) no forman parte del grupo de 12.000 voluntarios sujetos de investigación”.
Por esa época también fue vacunado el exviceministro de Salud, Luis Suárez, quien aseguró que “los investigadores de Sinopharm, al igual que en otros países donde se realizan las investigaciones en fase III, ponían a disposición la vacuna candidata (que aún se encuentra en experimentación) con la posibilidad de proteger al equipo responsable de conducir la respuesta frente a la pandemia”, por lo que podrían ser muchos más los políticos vacunados.
El jueves de la semana pasada, Mazzetti aseguró ante el Congreso que no se le había “informado que el señor Martín Vizcarra haya recibido vacuna, él, su esposa u otro familiar” y agregó que ninguna persona con poder de decisión sobre la adquisición de vacunas debía hacer parte de ensayos clínicos, pues eso conllevaría a un conflicto de intereses.
El escándalo sacudió de tal manera al Gobierno que la Fiscalía peruana anunció que abrió una investigación preliminar contra el exmandatario para averiguar cómo obtuvo la “vacuna de cortesía”. Por su parte, Mazzetti presentó su renuncia ante el actual presidente, Francisco Sagasti, quien nombró como nuevo ministro de Salud a Óscar Ugarte.
La siguiente en dimitir fue la canciller, Elizabeth Astete, quien aseguró a través de una misiva que “a raíz de la reciente revelación sobre la vacunación del presidente Vizcarra y de su esposa, y del comprensible impacto que esta noticia ha tenido en la opinión pública, soy consciente del grave error que cometí, razón por la cual decidí no recibir la segunda dosis”. La política reveló que recibió la primera dosis el pasado 22 de enero, más de dos semanas antes de que llegara el primer lote de vacunas al país.
Sagasti pidió la renuncia de cualquier otro funcionario que se haya “vacunado de cortesía” y manifestó: “realmente me siento indignado y furioso por esta situación que pone en peligro el enorme esfuerzo de muchísimos peruanos que trabajan en la primera línea de defensa contra la COVID-19. [...] Es realmente una cosa que todavía no alcanzo a entender ni comprender cómo es posible que algunos funcionarios no hayan tomado en cuenta ni en consideración esta situación”.
