Cientos de miles de refugiados y desplazados sirios viven en campamentos improvisados y rudimentarios cerca de la frontera con Turquía con la esperanza de poder trasladarse a viviendas de ladrillo.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Nura Kaoud dice que las tiendas de campaña en el campamento no les protegen del frío.

Kaoud se vio obligada a abandonar su hogar en la localidad de Al-Hamra debido a los bombardeos aéreos del régimen de Bashar al-Assad. En uno de los ataques Kaoud perdió a sus tres hijos.

“Rogamos que nos libren de este sufrimiento, de estas tiendas de campaña y del barro, que nos trasladen a casas de ladrillo”, exclama Kaoud.

Kaoud se queja de la falta de alimentos esenciales en el campamento. “Si nos trasladamos a casas de ladrillo nuestra vida cambiará, nos protegeremos del frio y nuestro sufrimiento acabará”, dice Kaoud.

Cuando llueve, la vida en el campamento se hace más difícil. “No podemos andar en el barro, el suelo se convierte en un barrizal. Vinimos aquí escapando de los ataques”, cuenta Kaoud.

Frou Abu Jasim es otro de los residentes del campamento para refugiados Abu Fida. “En el campamento viven 360 familias. Cuando llueve nadie puede ir al hospital por el barro. Pedimos a las ONG y los oficiales turcos que cambiasen las tiendas de campaña por casas de ladrillo”, relata Abu Jasim.

El residente dice que las tiendas de campaña gotean y que cuando llueve no pueden llevar a los niños y a los ancianos al hospital porque los vehículos no pueden entrar en el campamento debido a los barrizales que se forman.

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Siria ha sido devastada por la guerra civil desde principios de 2011, fecha en la que el régimen de Assad reprimió las manifestaciones a favor de la democracia en el país de manera desproporcionada. Cientos de miles de personas han muerto durante la guerra en Siria y más de 10 millones han sido desplazadas, según información de la ONU.

Idlib se encuentra dentro de una zona de desescalada en el norte de Siria. El área ha sido objeto de múltiples acuerdos de alto el fuego, que con frecuencia han sido violados por el régimen de Assad y sus aliados.

*Traducido por Daniel Gallego.