Refugiados sirios hablan de las difíciles condiciones climáticas en el campo de Idlib
Más de 130 familias viven en el campo Samir, noroeste de Siria en medio de las inundaciones y el barro debido a las fuertes lluvias recientes

İdlib
Según Erva Mervan, de 13 años, refugiado con su familia en el noroeste de Siria, vivir en un campamento lleno en lodo en una tienda de campaña improvisada es más difícil que enfrentar las bombas del régimen de Bashar al-Assad. Mervan es una de las muchas personas que llegaron al campamento en el sur de Idlib, huyendo de su ciudad natal y de los ataques de las fuerzas del régimen de Assad, respaldado por Rusia.
Ahora su familia junto a otros refugiados están luchando por sobrevivir al frío del invierno y a las fuertes lluvias en el campamento que alberga a unas 130 familias en una zona declarada de desescalamiento en la provincia de Idlib. "Necesitamos comida [...] Necesitamos muchas cosas, como mantas y tiendas de campaña. En realidad, necesitamos cualquier cosa", dijo. "Vinimos aquí escapando de los bombardeos de [Bashar] Assad. Pero vivir aquí es más difícil que los bombardeos de Assad", añadió.
El campamento se construyó en un campo del distrito de Sarmada, pero sus caminos improvisados están inundados y las tiendas de campaña están cubiertas de lodo. Los civiles del campamento obtienen el agua potable de los tanques de plástico que se encuentran en el centro del mismo y que se llenan una vez al día con agua de lluvia.
En el campamento se han registrado fuertes lluvias y temperaturas que descienden hasta el punto de congelación por la noche. Las familias que no pueden encontrar combustible o leña recogen y queman plástico, cartón, zapatos viejos y ropa que encuentran tirada en los alrededores.
Semir Abdullah Casim es otra residente del campamento de Sarut. Ella es madre de cuatro hijos, Casim dijo a la Agencia Anadolu que ella y su familia llevaban 20 días en el campamento. "Nuestra tienda se inundó. Quemamos zapatos y trozos de tela para calentarnos", dijo. "Nuestro almuerzo era de tres huevos y no tenemos nada para la cena. Comemos lo que encontramos", añadió.
Algunos niños siguen sin poder ir a la escuela. Por ejemplo, Fatima Karima, de 14 años, expresó a la Agencia Anadolu su tristeza por no poder asistir a la escuela.
Abu Casim, la persona a cargo del campamento de Sarut, señaló que el número de personas que viven en el campamento aumentaba cada día que pasaba. "Nuestras tiendas de campaña están en muy malas condiciones. Debido a las fuertes lluvias, todos los lugares están inundados. Incluso la carretera principal del campamento está inundada. Algunas tiendas de campaña carecen incluso de calefacción [...] Esperamos recibir ayuda inmediata", dijo.
Idlib se encuentra dentro de la zona de desescalamiento del conflicto, establecida en un acuerdo entre Turquía y Rusia a finales de 2018, en la que se prohíben expresamente los actos de agresión. Sin embargo, el régimen sirio y sus aliados han roto sistemáticamente los términos del alto el fuego, y han lanzando frecuentes ataques. Desde entonces, más de 1.300 civiles han muerto en los ataques del régimen y las fuerzas rusas en la zona de desescalada mientras se sigue violando el alto el fuego.
Esta zona de distensión alberga a unos 4 millones de civiles, incluidos cientos de miles desplazados en los últimos años por las fuerzas del régimen en todo el país cansado de la guerra. Según la Coalición Nacional para las Fuerzas Revolucionarias y de Oposición Sirias, en la provincia de Idlib viven alrededor de 3 millones de civiles, el 75% de ellos mujeres y niños.
*Traducido por José Ricardo Báez G.