Rabino de origen sirio visita Damasco por primera vez en 33 años tras ser expulsado en 1992
Yusuf Hamra, uno de los exlíderes de la comunidad judía en Siria, afirma que no reconoce la casa que construyó con sus “propias manos” y señala que lo que realmente cambió fue el país.
Bakr Al Kasem - AA
DAMASCO, Siria
El rabino de origen sirio Yusuf Hamra visita Damasco por primera vez en 33 años después de que la pequeña comunidad judía en Siria fuera expulsada del país por el régimen del entonces presidente Hafizh Ali al-Asad en 1992.
Algunos de los judíos expulsados en aquel entonces han comenzado a regresar a Siria tras la caída del régimen derrocado de su hijo, Bashar Hafizh al-Assad, entre ellos el rabino Hamra, quien, junto con varios de sus compañeros, visitó algunas iglesias en las zonas históricas de Damasco, la escuela judía Maimónides y la sinagoga de Chobar, la cual fue destruida, en gran parte, durante la guerra civil (2011-2024).
En declaraciones a la Agencia Anadolu (AA), Hamra, uno de los exlíderes de la comunidad judía en Siria, afirma que no reconoce la casa que construyó con sus “propias manos” y señala que lo que realmente cambió fue el país. Sin embargo, Hamra indica que la “calidez” de la gente en Siria sigue siendo la misma calidez.
Hamra relata que intentaba regresar a Siria desde hace un año y medio, pero que el régimen derrocado no se lo permitía, y aprovecha el momento para llamar a los judíos de Occidente a venir a Siria y mirar “con vuestros propios ojos, quizá cambiéis de opinión y queráis volver”.
El director de los equipos de Respuesta a Emergencias de Siria, Mu’az Mustafá, confirma que el nuevo Gobierno apoya el regreso de todos los sirios al país y reconoce que quedan “muy pocos judíos en Siria”, pero recalca que quieren “movilizar a la comunidad internacional para reconstruir las sinagogas y levantar las sanciones”.
Dirigiéndose a los judíos sirios en todo el mundo, Mustafá aseguró que “vuestra patria está a salvo, podéis regresar”.
Los más de 5.000 judíos expulsados de Siria en 1992 se vieron obligados a establecerse en varios países europeos y no han podido regresar hasta el momento. Bashar al-Assad tampoco permitió que los judíos sirios expulsados regresaran al país e incluso confiscó sus propiedades.
*Traducido por Daniel Gallego.
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