En Siria el régimen de Bashar al Assad y sus aliados han obligado a aproximadamente 130.000 personas a dejar sus hogares, debido a los fuertes ataques y bloqueos a las ciudades que tomó bajo control durante este año.

Con motivo del Día Internacional de los Migrantes, que se celebra este 18 de diciembre, la Agencia Anadolu recopiló información de fuentes locales en la que se demuestra que para los sirios el 2018 será recordado como el año del desplazamiento y la migración forzosa.

Aunque las áreas controladas por la oposición de Damasco, como Homs, Daraa y Quneitra, fueron designadas como "zonas de reducción de tensión", de acuerdo con los acuerdos anteriores firmados en Astaná, esto no impidió que el régimen los atacara y obligara a numerosos residentes a dejar sus hogares.

En estas regiones los sirios que siguen oponiéndose a los ataques del régimen fueron reubicados en campos de refugiados en el norte del país, donde continúan enfrentando difíciles condiciones de vida.

Según la información recopilada por los Coordinadores de Intervención de Siria, una ONG local dedicada a ayudar a los civiles, el régimen y sus aliados han obligado a 128.926 personas a abandonar sus hogares en el periodo comprendido entre el 14 de marzo y el 31 de julio de este año.

Damasco fue abandonada por 80.000 personas

El desplazamiento forzado este año comenzó entre el 14 de marzo y el 10 de mayo, cuando fueron reubicados miles de sirios provenientes de Guta Oriental, Qalamun oriental, al-Qadam, Yalda, Babila y Beit Sahem.

Casi 74.000 personas de Guta, a las afueras de Damasco, y del este de Qalamun, cerca de la frontera con el Líbano (considerado como un símbolo de resistencia contra el régimen), fueron reubicadas a la fuerza hacia zonas de control de la oposición en Alepo e Idlib.

Con otros 9.250 reubicados de los asentamientos de Yalda, Babila y Beit Sahem, el número total de personas obligadas a abandonar las áreas de Damasco este año llegó a 83.214.

De Homs salieron 35.000 personas

Una vez que se completó el desplazamiento forzado en Damasco, el régimen sirio y sus aliados atacaron la ciudad de Homs, en el centro de Siria.

Luego de un prolongado bloqueo por parte del régimen de Assad, 35.648 residentes locales se vieron obligados a abandonar las áreas rurales del norte de Homs hacia las zonas controladas por la oposición en Idlib y Alepo, entre el 7 y el 18 de mayo.

Mientras tanto, las ciudades de Daraa y Quneitra cayeron bajo el control del régimen.

Los grupos de oposición y los civiles que continuaron oponiéndose al régimen en Daraa y Quneitra también se vieron obligados a trasladarse al norte de Siria.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el conflicto de siete años en Siria ha dejado a unas 6,6 millones de personas desplazadas internamente, y otras 5,6 millones que buscan el estatus de refugiado en el extranjero.

*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.