Principales tribunales de la ONU ordenan que Myanmar evite el genocidio rohinyá

El máximo tribunal de la ONU anunció el jueves su fallo sobre las acusaciones de que Myanmar cometió genocidio contra su minoría musulmana rohingya.

Al emitir su veredicto sobre el caso presentado el mes pasado por Gambia, el juez del presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Abdulqawi Ahmed Yusuf, declaró un plazo de cuatro meses para que Myanmar tome medidas preventivas y garantice que los rohingya en el país no se vean perjudicados.

Yusuf dijo que los miembros rohingya perseguidos son un grupo protegido dentro de Myanmar bajo la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de la ONU que data de 1948, y agregó que la decisión de ninguna manera "prejuzga los méritos del caso real sobre si Myanmar es responsable del genocidio".

El tribunal solicitó a Myanmar que tomará todas las medidas dentro de su poder para evitar actos de "matar a miembros del grupo [rohingya], causándoles daño físico o mental, implementando medidas [para detener] los diseños para destruir al grupo".

"Myanmar debe asegurarse de que sus organizaciones o grupos militares o irregulares sujetos a su control no cometan ningún acto en la primera instancia o actos de conspiración para cometer genocidio, cometer genocidio o intento de complicidad en genocidio", dijo el juez durante la lectura del fallo que duró casi una hora.

Agregó que Myanmar debe tomar medidas efectivas para "prevenir la destrucción de evidencia de genocidio".

Además, Myanmar debe presentar un informe sobre la implementación de las medidas preventivas emitidas por el tribunal de la ONU en cuatro meses.

La CIJ también solicitó a Myanmar que entregue una copia del informe a Gambia para que envíe sus comentarios.

"Después de su primer informe, presentado después de cuatro meses de la emisión de este veredicto, Myanmar presentará un informe de sus medidas tomadas cada seis meses", ordenó el tribunal.

Los rohinyá, descritos por la ONU como las personas más perseguidas del mundo, han enfrentado temores de ataque desde que decenas de personas murieron en actos de violencia comunitaria en 2012.

Según Amnistía Internacional, más de 750.000 refugiados rohinyá, en su mayoría mujeres y niños, huyeron desde Myanmar hacia Bangladés después de que las fuerzas de seguridad birmanas iniciaron una represión contra la comunidad minoritaria musulmana en agosto de 2017.

Desde el 25 de agosto de 2017, casi 24.000 musulmanes rohinyá han sido asesinados por las fuerzas estatales de Myanmar, según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.