Primera ministra neozelandesa declara 'victoria' contra el COVID-19
La primera ministra, Jacinda Ardern, aseguró que Nueva Zelanda “no tiene un coronavirus generalizado no detectado”, lo que permite que el país alivie las restricciones de COVID-19.
Primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern. (Cüneyt Karadağ - Agencia Anadolu)
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Nueva Zelanda no tiene casos de coronavirus “generalizados no detectados", después el que el país reportó casos de un solo dígito durante ocho días, dijo el lunes la primera ministra Jacinda Ardern.
En una rueda de prensa en Auckland, Ardern dijo: “No hay una transmisión comunitaria generalizada en Nueva Zelanda. Hemos ganado esa batalla”.
Nueva Zelanda pasará a la alerta de nivel tres, durante la cual se liberará de las medidas de bloqueo completas impuestas hace un mes para detener la propagación del COVID-19.
Un total de 19 personas murieron debido al virus entre 1.469 infectadas en Nueva Zelanda.
Según el diario Nueva Zelanda, Ardern se mostró “optimista” ante la idea de que el país había “eliminado COVID-19”.
“La eliminación significa que podríamos llegar a cero, pero podríamos tener un pequeño número de casos nuevamente”, agregó.
La jefa de salud del país, Ashley Bloomfield, agregó que el bajo número de casos nuevos les da confianza de que lograron el objetivo de eliminación.
“Pero significa que sabemos de dónde vienen nuestros casos”, agregó Bloomfield.
“Eso no significa que hayamos fallado”, agregó Ardern. “Solo significa que estamos en posición de tener ese enfoque de tolerancia cero para tener un manejo muy agresivo de esos casos y mantener esos números bajos”.
Con respecto a si el país colaboraría con Australia en la lucha contra COVID-19, Ardern dijo que su gobierno se estaba centrando en combatir el virus en Nueva Zelanda.
“No queremos poner en peligro el trabajo realizado por los neozelandeses en la lucha contra el COVID-19 abriendo nuestras fronteras [con Australia] demasiado pronto. Esto también se aplica a las naciones de las islas del Pacífico”.
Nueva Zelanda impuso un estricto cierre patronal cerrando instituciones educativas, oficinas, bares y restaurantes, incluidos los servicios de entrega, desde el 26 de marzo, para detener la propagación de la enfermedad. Cerró fronteras y puso en cuarentena a quienes regresaron a sus hogares desde el extranjero.
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Las autoridades prohibieron estrictamente a las personas visitar playas, fuentes de agua y parques infantiles. Los que violaron las órdenes de restricciones fueron penalizados, incluido un ex ministro que estuvo una vez en el gabinete de Ardern.
Ardern señaló que alrededor de 400.000 personas podrían regresar a trabajar el martes, cuando el país flexibilice las restricciones.
La líder neozelandesa ha recibido el reconocimiento de la comunidad internacional por la lucha contra COVID-19. Ardern dijo que Nueva Zelanda estaba a horas de salir de las “restricciones más estrictas” en la historia moderna del país.
“Lo hicimos, y lo hicimos juntos”, dijo Ardern.
La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. Se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China, en diciembre pasado y se ha extendido a cerca de 210 países y territorios.
La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el 11 de marzo.
De más de 3 millones de casos que han sido confirmados, más de 919.000 se han recuperado, mientras que las muertes superan las 211.000, según los datos recopilados por Worldometers, considerado uno de los mejores sitios web de referencia para seguir las estadísticas de la pandemia.
A pesar del creciente número de casos, la mayoría de las personas infectadas sufre solo síntomas leves y se recupera.
*Daniela Mendoza contribuyó en la redacción de esta nota.
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