La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo sentir “alivio” tras escuchar el veredicto de cadena perpetua a Brenton Tarrant, de 29 años de edad, autor de la masacre de Christchurch el año pasado.

“Me alivió saber que esa persona nunca verá la luz del día”, dijo Ardern en declaraciones a la prensa.

“Este ha sido un crimen en Nueva Zelanda como nunca antes había ocurrido y ahora hemos visto una sentencia nunca antes habíamos vista”, agregó Ardern.

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La primera ministra dijo que fue una lección de humildad escuchar las palabras de las víctimas y sus familiares en el tribunal después del veredicto.

“Es muy humilde escuchar algunas de esas primeras palabras de agradecimiento hacia los neozelandeses, a quienes han mostrado tanto consuelo a la comunidad musulmana, escuchar al imán de (la mezquita de) Linwood comentar que cree que tomó la mejor decisión de su vida al venir a vivir en Nueva Zelanda, sobre todo después de lo que ha pasado la comunidad (musulmana)”, dijo Ardern.

“Nada aliviará el dolor, pero espero que hayáis sentido los brazos de Nueva Zelanda a vuestro alrededor durante todo este proceso, y espero que sigáis sintiéndolos durante todos los días siguientes”, afirmó Ardern.

El ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, calificó el fallo del tribunal como “el único que corresponde con la perversión de los crímenes (cometidos por) el terrorista contra la comunidad musulmana y su efecto devastador sobre todas las personas que viven en este país”.

Así mismo, Peters llamó al ministro del Interior de Australia, país natal de Tarrant, Peter Dutton, a hacerse cargo del terrorista.

Peters dijo que su país y la comunidad musulmana que en este vive sufrieron lo suficiente como para “tener que pagar costos astronómicos de prisión para mantenerlo a salvo dentro del sistema penitenciario” de Nueva Zelanda.

Por su parte, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, dijo que Ardern no le pidió que extraditase al supremacista blanco.

“Este no es un asunto que la primera ministra Ardern me haya planteado”, dijo Morrison a los periodistas en la capital de Australia, Canberra.

“Es una práctica normal que los criminales condenados por estos delitos cumplan sus condenas en esa jurisdicción, este es mi entendimiento sobre cómo son estos arreglos”, añadió Morrison.

Horas antes, el juez del Tribunal Superior de Christchurch, Cameron Mander, sentenció a Tarrant a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de 51 musulmanes en dos mezquitas el 15 de marzo de 2019.

Se trata del primer fallo de este tipo dictado en el país a raíz de la mayor masacre que Nueva Zelanda haya sufrido en su reciente historia.

El veredicto se anunció después de que las víctimas y sus familiares hicieran al menos 91 “declaraciones impactantes” hasta el día de hoy.

Tarrant se negó a declarar de forma oral antes de ser sentenciado. El mes pasado despidió a su equipo legal y se representó a sí mismo en el tribunal. Sin embargo, dio instrucciones al abogado Pip Hall para que hablara en su nombre.

“El señor Tarrant no se opone a la petición (de condena). Debería ser sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional”, dijo Hall.

Nacido en Grafton, Australia, Tarrant se mudó a Nueva Zelanda en 2017.

*Traducido por Daniel Gallego.