Presidente de Filipinas ofrece ayuda económica a isla que fue 'cerrada'

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se trasladó este jueves a la isla de Boracay, en el centro de Filipinas, cerrada por mandato presidencial durante seis meses, para ofrecer soluciones a sus habitantes, quienes se enfrentarán a la ausencia de turistas. Duterte proclamó un "estado de calamidad" para permitir a los funcionarios del gobierno obtener fondos de emergencia para las reparaciones necesarias e imponer una congelación de precios de los productos básicos. 

El Gobierno también está considerando la liberación de 2.000 millones de pesos filipinos (USD 38.46 millones) en fondos para ayudar a los trabajadores y lugareños afectados por el cierre.

"El aumento continuo en la llegada de turistas, el sistema insuficiente de alcantarillado y manejo de residuos y las violaciones ambientales de los establecimientos agravan la degradación ambiental y destruyen el equilibrio ecológico de la isla de Boracay, lo que resulta en daños importantes a la propiedad y los recursos naturales, así como la interrupción de la forma de vida normal de las personas en el lugar ", dijo la declaración del presidente.

Duterte describió recientemente a la isla como una "cloaca". La declaración enfatizó la urgencia de abordar los peligros inducidos por los seres humanos y de rehabilitar la isla para garantizar su sostenibilidad y evitar una mayor degradación de su rico ecosistema.

El cierre afectará a más de 30.000 trabajadores, quienes se quejaron de la incertidumbre durante el cierre y las oportunidades de trabajo limitadas.

La medida probablemente afectará la economía de Filipinas en alrededor de 1.960 millones de pesos filipinos (USD 37.69 millones), según el economista jefe del país, Ernesto Pernia.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.