El partido Congreso Nacional Africano (ANC) de Sudáfrica condenó el martes los comentarios despectivos supuestamente atribuidos al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el difunto presidente Nelson Mandela.

En su libro, que se publicará próximamente, el ex abogado personal de Trump, Michael Cohen, aseguró que Trump había dicho que Mandela "no fue un líder" y que hizo otros comentarios despectivos sobre el primer presidente negro de Sudáfrica.

"Todas las personas que aman la libertad en el mundo están horrorizadas por estos insultos que provienen de una persona que, en sí misma, no es un modelo de liderazgo competente", aseveró el ANC en una declaración.

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El partido catalogó a Trump como la persona más divisiva, misógina e irrespetuosa que jamás haya ocupado la oficina del presidente en EEUU.

“El ícono de nuestra lucha, el presidente Nelson Mandela, contrasta con Trump. Mandela, un líder unificador y de principios, se acercó al mundo y buscó traer la paz y una sociedad justa", resaltó el partido.

Según los informes, Trump negó las acusaciones formuladas contra él en el libro.

“El ANC confía en que el presidente Mandela se habría acercado a Donald Trump para enseñarle a comprender los complejos desafíos del mundo en desarrollo y mostrarle la sabiduría para levantar el bloqueo a Cuba. Lo habría invitado a visitar Gaza, para apreciar el dolor del pueblo palestino y le habría aconsejado que trabajara con la comunidad internacional para ayudar a encontrar una solución duradera al conflicto en Oriente Medio", expresó el ANC.

Mandela, un ícono venerado

Mandela nació en el pueblo de Mvezo, en la provincia de Cabo Oriental. Se unió al Congreso Nacional Africano (CNA) a sus 25 años, junto con sus dos colegas Walter Sisulu y Oliver Tambo. Juntos fundaron la liga juvenil del CNA.

Mandela comenzó a adquirir un papel activo en el partido y abogó por transformar el CNA en un movimiento popular de base. Esto dio lugar a que lo arrestaran varias veces por sus opiniones y el Gobierno también le prohibió participar en actividades políticas.

En 1964, el político renunció a la resistencia pasiva y prosiguió a viajar para recolectar armas y ayuda monetaria. A su regreso fue arrestado y procesado con los cargos de provocación pública e intento de derrocar el Gobierno. Recibió una sentencia de cadena perpetua en prisión. Después fue enviado a la prisión Robben Island en Cabo Oriental, en donde pasó 18 años, y después fue transferido a la prisión de Pollsmor.

Con la campaña internacional iniciada por su amigo Oliver Tambo, Mandela se convirtió en el símbolo de la lucha contra el régimen del apartheid.

Con el aumento de las presiones externas y los cambios internos, el líder africano fue liberado el 11 de febrero de 1990.

En 1994, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica en ser elegido democráticamente.

Lideró al país para marcar el comienzo de una democracia multirracial. Renunció a su cargo en 1999, después de completar su mandato, negándose a presentarse para un segundo periodo presidencial.

Lo que distinguió su personalidad fue que no albergó sentimientos de amargura o venganza contra sus torturadores. En cambio, eligió la reconciliación y el perdón para unir a todos los grupos raciales en Sudáfrica.

Su enfoque de liderazgo y su capacidad para unir a todos le valieron la admiración mundial y el Premio Nobel de la Paz de 1993.

Después de dimitir como presidente en 1999, Mandela se unió a campañas de paz y salud globales, en beneficio de la humanidad. Hizo campaña contra el flagelo del VIH, que había asolado su país.

Mandela encabezó las negociaciones de paz en la República Democrática del Congo, Burundi y otros países. También fue un conocido partidario de la causa palestina.

Murió en 2013 a la edad de 95 años, después de sufrir una infección respiratoria prolongada.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.