El parlamentario belga Samuel Cogolati presentó una propuesta para considerar como genocidio la opresión del Gobierno chino hacia la minoría étnica uigur en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China.

La propuesta fue redactada por el Congreso Uigur Mundial, con sede en Alemania, junto con un grupo de parlamentarios belgas, entre ellos Cogolati.

La propuesta también incluye acciones legales contra el trabajo forzoso en Xinjiang y se espera que se discuta en el Parlamento en los próximos meses.

Si esta es aprobada, Bélgica se convertirá en el segundo país después de Estados Unidos en adoptar medidas.

Cogolati dijo que Bélgica no debe ignorar las acciones del Gobierno chino ni su “chantaje económico”. “Más de un millón de uigures han sido encerrados en campamentos bajo el pretexto de reeducación donde son torturados”, dijo Cogolati.

“Las mujeres han sido violadas, esterilizadas por la fuerza, mientras que los niños han sido separados de sus familias. Las evidencias de esto aumentan. Ha llegado el momento de llamar a esto genocidio”, agregó Cogolati.

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El parlamentario belga dijo que la Unión Europea debe tener en cuenta las violaciones de China de los derechos humanos antes de firmar cualquier acuerdo de inversión con China.

“El mensaje de Bélgica y Europa debe ser claro: no se puede llegar a un acuerdo hasta que China acepte los estándares internacionales respecto al trabajo forzoso”, afirmó el parlamentario.

Cogolati indicó que el embajador de China en Bélgica mandó una carta al presidente del Parlamento pidiendo que no se discuta la propuesta en el Parlamento.

Campamentos de adoctrinamiento

China ha sido ampliamente acusada de poner a los uigures en campamentos de adoctrinamiento. Hasta 1,6 millones de uigures han huido de China para vivir en el extranjero, según el Congreso Mundial Uigur.

Grupos de derechos humanos, incluidos Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional, acusan a Pekín de oprimir a 12 millones de uigures, la mayoría de los cuales son musulmanes.

Un informe de HRW de 2018 detalló una campaña del Gobierno chino de "detención arbitraria masiva, tortura, adoctrinamiento político forzado y vigilancia masiva de los musulmanes de Xinjiang".

Sin embargo, China ha negado repetidamente las acusaciones de que está operando campos de detención en su región autónoma del noroeste y sostiene que, en cambio, están "reeducando" a los uigures.

*Traducido por Daniel Gallego.