La comunidad cristiana del sur de Siria está celebrando los días festivos de Navidad en medio de la estricta seguridad que brindan los combatientes armados de la oposición.

En partes de la provincia meridional de Al-Suwayda, controladas por la oposición, decenas de cristianos participaron en los servicios de la iglesia en Harb, una ciudad de mayoría cristiana.

Los turistas también visitaron a sus familiares y engalanaron sus casas, jardines y calles con coloridas luces de Navidad.

Mientras tanto, los combatientes armados de la oposición han impuesto estrictas medidas de seguridad, estacionando guardias cerca de la iglesia, con el fin de adelantarse a posibles ataques.

Los residentes le expresaron a la Agencia Anadolu su satisfacción con la seguridad que les brindan los militantes de la oposición.

Según el residente George Bishara, Harb es un ejemplo de la coexistencia pacífica entre los musulmanes y los cristianos del país.

“No hay problemas entre nosotros (...) Ambas comunidades respetan sus festividades”, le dijo Bishara a la Agencia Anadolu.

Abu Saddam, un comandante de la oposición del Ejército Libre Sirio (FSA), confirmó que los combatientes del FSA estaban protegiendo a las comunidades cristianas de la región.

“Somos responsables de proteger sus vidas (...) contrario a lo que reclama el régimen de al-Assad, el FSA no es enemigo de los cristianos”, añadió.

Siria ha empezado a emerger de una destructiva guerra civil que empezó en el 2011, cuando el régimen de Assad reprimió las protestas prodemocráticas con una furia inesperada.

Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas en los combates y más de 10 millones de personas han sido desplazadas, según cifras oficiales de la ONU.

*Ana María Castro contribuyó con la redacción de esta noticia.