La represión mortal de Israel contra los manifestantes palestinos en 2018 "puede constituir crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad", dijo el jueves una comisión de investigación de la ONU.

“La comisión tiene motivos razonables para creer que durante la Gran Marcha del Retorno, los soldados israelíes cometieron violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Algunas de esas violaciones pueden constituir crímenes de guerra o de lesa humanidad y deben ser investigadas inmediatamente por Israel”, dijo Santiago Cantón, presidente de la comisión.

En las manifestaciones que comenzaron en marzo de 2018, la comisión descubrió que, de las 189 muertes de palestinos abatidos por municiones reales, 183 eran responsabilidad del Ejército de Israel, incluidos 35 niños, tres paramédicos y dos periodistas claramente identificados.

Según el análisis de la comisión, Israel también hirió a 6.106 palestinos con munición real y a 3.098 con balas de fragmentación, balas de metal recubiertas de goma o golpes con latas de gas lacrimógeno.

"Las fuerzas de seguridad israelíes mataron y mutilaron a los manifestantes palestinos que no representaban una amenaza inminente de muerte o lesiones graves a otros, ni estaban participando directamente en las hostilidades", dijo una declaración de la comisión.

“No puede haber justificación para matar y herir a periodistas, médicos y personas que no representan una amenaza inminente de muerte o lesiones graves a quienes los rodean. Particularmente alarmante es la focalización de niños y personas con discapacidades”, dijo Sara Hossain, miembro de la comisión.

"Las vidas de muchos jóvenes han sido alteradas para siempre. 122 personas han perdido alguna extremidad desde el 30 de marzo del año pasado. 20 de estos amputados son niños.

"La comisión encontró motivos razonables para creer que los francotiradores israelíes dispararon a periodistas, trabajadores de la salud, niños y personas con discapacidades, sabiendo que eran claramente reconocibles como tales", dijo la declaración.

La presidencia palestina con sede en Ramala, por su parte, acogió con satisfacción los hallazgos de la comisión de la ONU.

"El informe confirma que Israel ha cometido crímenes de guerra contra nuestro pueblo en la Franja de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén", dijo la presidencia en un comunicado emitido por la agencia de noticias WAFA de Palestina.

La presidencia instó a la Corte Penal Internacional con sede en La Haya a tomar "medidas inmediatas para abrir una investigación sobre estos delitos".

En mayo de 2018, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ordenó a la comisión investigar todas las presuntas violaciones y abusos del derecho internacional humanitario y de las normas internacionales de derechos humanos en el territorio palestino ocupado, refiriéndose a las protestas a gran escala en Gaza el año pasado.

Los manifestantes exigen el derecho de los refugiados palestinos a regresar a sus hogares en la histórica Palestina, desde donde fueron expulsados ​​en 1948 para dar paso al nuevo estado de Israel.

También exigen el fin del actual bloqueo de Israel de la Franja de Gaza, que ha destruido la economía del enclave costero y ha privado a aproximadamente 2 millones de habitantes de muchos productos básicos.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.