Naciones Unidas instó este martes a todas las partes en Siria a garantizar la "protección de los civiles" tras un ataque reciente en el que murieron al menos 16 personas, incluidas mujeres y niños.

En un comunicado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, les pidió a todas las partes que "aseguren que la protección de los civiles sea primordial en la planificación y ejecución de todas las operaciones militares, de conformidad con el derecho internacional".

Bachelet subrayó que el "incremento" de los bombardeos terrestres en la región por parte de las fuerzas del régimen y sus aliados, así como una serie de ataques de "actores no estatales", dejaron aproximadamente un millón de personas -incluidos cientos de miles que viven en campamentos- en una "situación extremadamente vulnerable", con ataques que también dejaron numerosas víctimas civiles.

La comisionada también indicó que los civiles "continúan siendo utilizados como peones por las distintas partes" e hizo un llamado a ambos lados para proporcionar un paso seguro a aquellos residentes que deseaban huir y proteger a aquellos que desean permanecer lo máximo posible.

"Un gran número de civiles, incluidos cientos de miles de personas desplazadas, en Idlib y el norte de Alepo están viviendo una existencia intolerable", dijo Bachelet.

Idlib, ubicada en el noroeste de Siria, en la frontera turca, se enfrentó a intensos ataques del régimen de Assad después de que estalló una cruel guerra civil en 2011.

Desde marzo de 2015, Idlib ya no estaba bajo el control del régimen de Assad y estaba dominado por grupos de oposición militar y organizaciones armadas en contra del régimen.

Luego de una reunión en septiembre pasado entre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el líder ruso Vladimir Putin, las dos partes acordaron establecer una zona desmilitarizada en Idlib, Siria.

Según el acuerdo, los grupos de oposición en Idlib deben permanecer en las áreas donde ya están presentes, mientras que Rusia y Turquía realizan patrullas para evitar que se reanuden los enfrentamientos.

Bachelet expresó su preocupación por unas 20.000 personas que huyeron de la gobernación de Deir-Ez Zor, controlada por Daesh, y que, según los informes, fueron detenidas por la fuerza en campamentos improvisados ​​dirigidos por el grupo terrorista YPG/ PYD/PKK, en algo que la funcionaria cataloga como “privación de libertad."

El PKK, que está catalogado como una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la UE, emprendió una campaña terrorista contra Turquía durante más de 30 años y ha sido responsable de la muerte de casi 40.000 personas. El YPG es su rama siria.

La expresidente chilena también expresó su preocupación por las alrededor de 200 familias que, según se informa, están atrapadas en áreas controladas por Daesh y que están bajo amenazas de este grupo terrorista para no huir.

Siria intenta salir de un conflicto devastador que comenzó en 2011, cuando el régimen de Assad tomó medidas enérgicas contra los manifestantes con una ferocidad inesperada.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.